(InfoCatólica) En una entrevista al diario El País (de Uruguay), el Cardenal Daniel Sturla fue, lógicamente, preguntado por la Declaración Fiducia Supplicans que está causando escándalo en fieles de todo el mundo. Además de la Guerra en Gaza, las elección argentinas o la eutanasia.
Sobre la Declaración aprobada por el Papa, el Cardenal y arzobispo de Montevideo se lamenta que surgiera ahora en Navidad y confirma lo que muchos niegan, que « está dividiendo aguas adentro de la Iglesia»
A pesar de todavía queda alguno que dice que no se bendice a la pareja y sí a la persona, también el Cardenal dice: « Otra cosa es bendecir a una pareja homosexual…» o « no es la bendición de las personas, sino a la pareja, y toda la tradición de la Iglesia, incluso un documento de hace dos años dice que no es posible hacer esto», « a las personas se las puede bendecir, pero a las parejas como tal, en cuanto parejas, no»
Lógicamente, como diría cualquier católico con un mínimo de formación y amor al Señor, el Cardenal afirma que:
Si uno lo que quiere es acercarse a las personas y que los homosexuales se sientan parte de la Iglesia, me parece bien. Porque la Iglesia es para todos. Pero hay ciertas reglas. Tampoco se bendice a una pareja que no está casada. No se pueden bendecir uniones que la misma Iglesia dice que no están de acuerdo con el plan de Dios.[…]
Lo que pasa es que el mismo documento dice que no puede haber un rito, que no se puede hacer tampoco públicamente… Crea una situación confusa. Cuando se bendice a las personas, uno no pregunta cuál es su situación. Y se hace siempre y a quien sea. Seguiremos con la misma práctica hasta que se aclare. El documento ha generado división. En las Iglesias de África han dicho que en sus países, no.
Excepto el Cardenal Tucho Fernández y un pequeño grupo muy ideologizado, pocos defienden ya la literalidad del documento, que sea claro, que no cause escándalo y que ese escándalo lo motiva la afrenta a la ley de Dios. Algo que el Cardenal Müller ha calificado como blasfemia.
De ese modo al preguntarle cuánto obliga, a pesar de alguna última entrevista balbuceante del Cardenal Fernández el Cardenal y Arzobispo de Montevideo aclara:
En la Iglesia hay como una jerarquía de documentos. Esto no es un pronunciamiento del papa que tenga un valor dogmático. Hace dos años un documento de la Santa Sede dijo todo lo contrario, además. Hay que esperar un poco y que las aguas tomen el cauce adecuado.
Extracto de la entrevista:
-¿Qué opina de la bendición eclesiástica para parejas del mismo sexo, que fue aprobada por el Vaticano?
-Creo que no era un tema para que surgiera ahora en Navidad. Me llamó poderosamente la atención, porque es un tema polémico y está dividiendo aguas adentro de la Iglesia. Es claro que un sacerdote bendice a todas las personas. Yo he estado ahora en la cárcel y he bendecido a todos los que están allí. Si vienen personas a pedirme la bendición, siempre la doy. Me acuerdo de cuando se estaba discutiendo la ley trans, que estábamos en una procesión en la parroquia San Ignacio y vinieron unas personas trans a pedirme la bendición y les di la bendición. Otra cosa es bendecir a una pareja homosexual…
-Eso es lo que el documento plantea...
-Ahí ya no es la bendición de las personas, sino a la pareja, y toda la tradición de la Iglesia, incluso un documento de hace dos años dice que no es posible hacer esto. Además, esta instrucción, o este documento que ha salido, crea confusión, porque dice que se puede bendecir, pero no a través de un rito. En definitiva, lo que yo creo es que a las personas se las puede bendecir, pero a las parejas como tal, en cuanto parejas, no. Con las parejas heterosexuales lo que está es el sacramento del matrimonio, hombre y mujer.
-¿Por qué dice que el documento no es claro?
-Es un no pero sí, y un sí pero no. El mismo documento dice que no cambia la doctrina de la Iglesia. Ante la no claridad del documento, desde la lectura que yo hago, entiendo que hay que seguir con la práctica que la Iglesia ha tenido hasta ahora que es la de bendecir a todas las personas que piden una bendición, pero no bendecir a las parejas del mismo sexo.
-El documento dice que a las parejas del mismo sexo la Iglesia las sigue entendiendo como una «situación irregular».
-Exacto. Si uno lo que quiere es acercarse a las personas y que los homosexuales se sientan parte de la Iglesia, me parece bien. Porque la Iglesia es para todos. Pero hay ciertas reglas. Tampoco se bendice a una pareja que no está casada. No se pueden bendecir uniones que la misma Iglesia dice que no están de acuerdo con el plan de Dios.
-¿Han pedido una clarificación del documento al Vaticano?
-Lo que pasa es que el mismo documento dice que no puede haber un rito, que no se puede hacer tampoco públicamente… Crea una situación confusa. Cuando se bendice a las personas, uno no pregunta cuál es su situación. Y se hace siempre y a quien sea. Seguiremos con la misma práctica hasta que se aclare. El documento ha generado división. En las Iglesias de África han dicho que en sus países, no.
-¿Cómo funciona esto a la interna de la Iglesia? ¿Si el Vaticano dice algo, no hay que cumplirlo?
-En la Iglesia hay como una jerarquía de documentos. Esto no es un pronunciamiento del papa que tenga un valor dogmático. Hace dos años un documento de la Santa Sede dijo todo lo contrario, además. Hay que esperar un poco y que las aguas tomen el cauce adecuado.
-¿Pasó en estos días que alguna pareja de personas del mismo sexo haya pedido esta bendición en Uruguay?
-No me consta, de todas formas, como es algo que queda en el ámbito privado, ahí cada sacerdote deberá entender y decidir qué hacer.
-¿Lo han consultado sacerdotes sobre cómo proceder?
-No de esa manera, pero he escuchado sacerdotes que están desconcertados con esto. Y lo que yo les digo es que se bendice a las personas.