(InfoCatólica) La curia de la diócesis de Lucera–Troia, también conocida como Nocera, ha emitido un comunicado en su página web que sale al paso de comportamientos cada vez más frecuentes dentro de los templos y especialmente en los lugares más sagrados como el altar.
Brevemente repasa a los fieles (turistas) que lo usan para exhibir sus arrebatos religiosos, a los políticos que lo utilizan para mítines, los niños a los que maleducan sus padres, e incluso a los sacerdotes que lo utilizan para una exhibición que «oscurece el misterio y la persona de Jesús»
¡El altar no es un escenario!
En una época, como la nuestra, en la que el anonimato parece extenderse cada vez más, no es raro encontrarse con personas en busca, a veces neurótica, de visibilidad.
Por ello, es más que oportuno recordar la discreción que requieren las acciones litúrgicas y los espacios sagrados, empezando por el altar.
El altar no es un escenario desde el que los numerosos devotos de nuestras iglesias puedan exhibir su inspiración religiosa.
El altar no es un escenario para que administradores y políticos se entretengan en «mítines» retóricos e inapropiados. Los discursos institucionales son bienvenidos, siempre que sean mesurados y de sentido común.
El altar no es un escenario desde el que los niños presentan sus habilidades «artísticas» para jactancia de sus padres.
El altar no es, ni siquiera para los sacerdotes, un escenario para exhibirse, oscureciendo el misterio y la persona de Jesús, que sigue siendo el centro y el fundamento de nuestra fe, y el único y verdadero redentor del mundo.
El dicho atribuido a Ignacio de Loyola, que dirigiéndose a sus hermanos solía decir: Recuerda que el Mesías ya existe, es uno, y no eres tú.