(Episckopat/InfoCatólica) La ley establece que «el ministro encargado de la salud deberá desarrollar, implementar, llevar a cabo y financiar un programa de políticas de salud para el tratamiento de la infertilidad que cubra procedimientos de procreación asistida médicamente, incluida la fertilización in vitro realizada en un centro de procreación asistida médicamente» (16a).
El presidente de la Conferencia Episcopal Polaca señaló en la carta que «el episcopado se ha pronunciado en repetidas ocasiones sobre la fertilización in vitro, que no es un método para tratar la infertilidad».
El arzobispo Gądecki señaló que la Iglesia se refiere a argumentos legales-naturales y religiosos en su enseñanza. «La vida humana es un valor fundamental y un bien indispensable. Por lo tanto, exige una protección absoluta, independientemente del período y la calidad de la vida humana. El método in vitro, mientras tanto, es una experimentación en el ser humano, su peculiar 'producción' constituye 'una forma de apoderamiento de la vida humana'», indicó el arzobispo.
Mons. Gądecki señaló que «la infertilidad es una dura prueba». Por lo tanto, «es necesario crear un programa nacional para el tratamiento genuino de la infertilidad. Esto se debe a que la medicina moderna indica que la eliminación de las causas médicas o psicológicas de la infertilidad brinda muchas más posibilidades de dar a luz a un niño sano que los procedimientos artificiales de reproducción asistida».
Al mismo tiempo, el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca destacó que cada uno de los niños concebidos por FIV «es creado a imagen y semejanza de Dios y dotado de una dignidad humana inherente. Cada uno debería ser recibido con el amor y el respeto que merece tanto como los niños concebidos de forma natural».