(InfoCatólica) La Virgen María, en su advocación de Guadalupe, representa un pilar fundamental de la identidad católica en América, trascendiendo más allá de las fronteras hispanohablantes para convertirse en el epicentro de lo que San Juan Pablo II denominó la «Nueva Evangelización» una llamada para toda la Iglesia.
La fiesta de Guadalupe se remonta a los acontecimientos ocurridos entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531 en la actual Ciudad de México. El indígena San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, convertido al cristianismo y canonizado como primer indígena americano en 2002, recibió durante cuatro días la visita de una mujer embarazada con rasgos faciales de mestiza, que se autodenominó Madre de Dios y dejó su imagen impresa en el manto («Tilma») de San Juan Diego, haciéndose mundialmente famosa como «Nuestra Señora de Guadalupe».
El manto sigue siendo hoy el destino de los peregrinos a Guadalupe, muchos de los cuales caminan durante días o incluso semanas. A los pies del cerro de las apariciones del Tepeyac, se construyó una gran iglesia barroca a petición de María, que dio paso a un nuevo edificio aún más grande en 1975. La «Guadalupana» es la patrona de México, Latinoamérica y toda América, Filipinas, los pueblos indígenas y los no nacidos.