(Aica/InfoCatólica) «Hace 75 años, el 10 de diciembre del 1948, se firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y son como un camino a seguir en el que se han dado muchos pasos adelante, pero aún faltan muchos. Y a veces, por desgracia, se retrocede», señaló Francisco tras el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro, ya recuperado de su bronquitis.
El Papa aseguró que «el compromiso con los derechos humanos nunca termina» y por ello quiso mostrar su cercanía por «todos aquellos que, sin proclamas en el día a día concreto, luchan y hablan en primera persona para defender los derechos de los que no cuentan».
En este sentido, el pontífice argentino volvió a rezar por las poblaciones que sufren a causa de la guerra y para que, ahora que se acerca la Navidad, llegue la paz:
«¿Seremos capaces con ayuda de Dios de hacer pasos concretos de paz? No es fácil, lo sabemos, ciertos conflictos tienen raíces históricas profundas»
Francisco celebró los progresos hacia la paz en la liberación de «un número significativo de prisioneros armenios y azerbayanos», lo que a su juicio constituye una esperanza «para que mejoren las relaciones de estos países, por la paz del Cáucaso del Sur», ante lo cual que anima a las partes y a sus líderes «a concluir cuanto antes el tratado de paz».
Por último, instó a los fieles a orar también por los trabajos que se están desarrollando en la COP28 de Dubai, deseando que se lleguen «a buenos resultados por el cuidado de nuestra Casa Común y de las poblaciones».