(CNAd/InfoCatólica) En un artículo para el diario Neue Zürcher Zeitung (NZZ) del miércoles, Tück se refirió a la carta del Papa a cuatro mujeres que abandonaron el Camino Sinodal. La carta fue publicada el 21 de noviembre. En ella, el Pontífice expresó su «preocupación» por el hecho de que partes de la Iglesia en Alemania «se están alejando cada vez más del camino común de la Iglesia mundial».
Tück explicó que la Iglesia jerárquica debe «responder al entorno cambiante de las sociedades democráticas para no perder plausibilidad. Para Francisco, esto se logra fortaleciendo los elementos colegiales y sinodales. Así como él ha vinculado el ejercicio del primado a órganos colegiados de consulta, como el Consejo de Cardenales y el Sínodo de los Obispos, también quiere involucrar más la práctica del cargo episcopal en procesos de entendimiento sinodales».
Sin embargo, el Papa no quiere «socavar el ministerio de liderazgo de los obispos, que está arraigado en la ordenación sacramental».
«Esto es precisamente lo que está sucediendo en el Camino Sinodal en Alemania», dijo Tück. «Aquí se invoca la noción de 'autolimitación voluntaria' de los obispos. Lo que determina mayoritariamente el Consejo Sinodal, un órgano directivo compuesto por laicos y obispos, debería determinar la actuación episcopal. Algunos obispos que han aceptado este modelo de autolimitación voluntaria bajo una presión suave podrían encontrarse pronto como prisioneros de mayorías volátiles».
«El Papa percibe con razón aquí una remodelación de la constitución episcopal, mientras que actores del Camino Sinodal, incluidos obispos, lo niegan vehementemente», resumió el dogmático vienés. «El Comité Central de Católicos Alemanes acaba de desestimar la carta del Papa en el hotel Titanic de Berlín y se ha posicionado unido detrás del Comité Sinodal. En Roma interpretarán esto como un acto de rebeldía alemana».
«Así que podemos estar 'ansiosos' por la próxima comunicación del Papa», concluyó Tück.