(CNA/InfoCatólica) El arzobispo Dermot Farrell pidió a la gente que se uniera a él en la oración por los heridos, entre los que hay una niña de 5 años que sufrió heridas graves, otros dos escolares y dos adultos.
«Con total incredulidad he recibido la noticia del horrible atentado en la plaza Parnell de Dublín. Un atentado como este a las puertas de un colegio, con víctimas inocentes, incluidos niños, es especialmente angustioso», escribió Farrell en un comunicado publicado en las redes sociales el 23 de noviembre.
«Invito a los ciudadanos de Dublín a unirse a mí en la oración, especialmente por la recuperación de los heridos. Concédeles Señor fortaleza para soportar este horrible ataque, y concédenos a cada uno de nosotros la gracia de vivir nuestras vidas en santidad, libres de toda violencia.»
El llamamiento del arzobispo católico a la no violencia se produjo el jueves por la noche, mientras estallaban los disturbios en el centro de Dublín.
Según Associated Press, un centenar de individuos, algunos de ellos armados con barras de metal, salieron a la calle e incendiaron un autobús de dos pisos, saquearon tiendas, rompieron escaparates y quemaron coches.
El comisario de policía de Dublín, Drew Harris, dijo que cree que los disturbios fueron «impulsados por ideología de extrema derecha».
La policía irlandesa detuvo en Dublín a 34 personas que participaron en los disturbios y detuvo a un hombre de unos 40 años al que identificó como «persona de interés» en la investigación del ataque con cuchillo, sin revelar más detalles sobre su identidad que el hecho de que sufrió heridas graves. La policía dijo que no buscaba a ningún otro sospechoso y que no descartaba ningún móvil para el ataque, incluido el terrorismo.
El ataque con cuchillo tuvo lugar frente a la escuela primaria Gaelscoil Coláiste Mhuire, en Parnell Square, cuando los alumnos salían del colegio.
El viernes por la mañana, la policía irlandesa informó de que la niña de 5 años permanece en «estado crítico» en el hospital infantil de Temple Street y una mujer de unos 30 años, al parecer empleada del colegio, que intervino para intentar detener el ataque, permanece en «estado grave».
Otra niña de 6 años herida está recibiendo tratamiento por lesiones menos graves, mientras que un niño de 5 años ha recibido el alta hospitalaria.