(Katolisch/InfoCatólica) Mientras que Käßmann dejó el cargo por conducir bajo los efectos del alcohol en 2010, Kurschus fue acusada de encubrir un caso de conducta sexual inapropiada. También dimitió de su cargo de Presidenta de la Iglesia Evangélica de Westfalia.
La decisión ha llegad tras la investigación que el diario «Siegener Zeitung» había puesto en marcha este fin de semana: Kurschus estuvo al frente de una parroquia alemana en Siegen y más tarde superintendente. Con referencia a las declaraciones juradas de dos testigos, el periódico informó de que Kurschus había sido informada de las acusaciones de conducta sexual inapropiada contra un empleado de la iglesia al que conocía personalmente durante una conversación en su jardín a finales de los años noventa. Sin embargo, no lo denunció.
Niega la acusaciones
La luterana negó los hechos, tanto en el Sínodo de la EKD de la semana pasada como este lunes, cuando anunció su dimisión: «Estoy en paz conmigo misma en este asunto». En aquel momento, ella sólo conocía la homosexualidad y la infidelidad conyugal del acusado. Asegura que no se enteró de las agresiones sexuales hasta principios de 2023.
Justificó su dimisión por el acalorado debate en torno a su persona y también criticó a los medios de comunicación: «Se ha agitado un conflicto en público durante más de una semana». Los acontecimientos actuales significan que ya no podrá tomar una postura clara sobre las cuestiones sociopolíticas actuales con toda libertad evangélica ni opinar claramente sobre cuestiones teológicas incómodas. «Por eso, y sólo por eso», deja su cargo de Presidenta del Consejo.
Kurschus era presidente de la Iglesia Evangélica de Westfalia desde 2012 y, por tanto, su principal clériga. EKD representa a unos 19,2 millones de cristianos protestantes en 20 iglesias regionales con unas 13.000 parroquias.