(EP/InfoCatólioca) «Ciertamente, estamos en un momento de crispación política», ha reconocido Mons. Benavent, pero ha remarcado que es lógico que haya «diferencias en la manera de valorar las cosas, de juzgar las leyes y de entender si hay medidas de gracia, sean cuales sean».
Benavent, que fue obispo de Tortosa (Tarragona) durante el proceso secesionista -lo cual ayuda a entender su equidistancia entre los defensores de la patria y los que buscan su aniquilación-, ha recordado que el referéndum ilegal de 2017 generó un «momento de crispación» ante el que la Iglesia católica intentó «poner paz» para «buscar una convivencia lo más pacífica posible».
Ha defendido así la respuesta que dieron los obispos entonces:
«Creo que las recomendaciones que dimos en las diócesis catalanes, que no suponían una toma de partido político sino unos caminos para una convivencia lo más armónica posible, con el paso del tiempo nos han dado la razón».
Seis años después, en la situación actual, el purpurado ha sostenido que «la Iglesia debe adoptar esta posición». Ahora bien, ha rechazado entrar a valorar la posición de otros obispos en contra de la amnistía, limitándose a defender que se pronuncien en el marco de la Conferencia Episcopal porque «afecta a toda la sociedad española».
Sin embargo, no parece que los obispos que quieren dar su opinión sobre algo que afecta a la esencia de la nación española esté dispuestos a esperar a un posible consenso en la CEE. Esto ha dicho hoy Mons. Sanz Montes, arzobispo de Oviedo:
Se va perpetrando la anunciada hoja de ruta con todas sus agendas, sus mentiras y sus trampas. Es el peaje q pagamos todos para q algunos se beneficien torticeramente en sus gobernanzas. No es una amnistía generosa sino una amnesia calculada, de consecuencias dañosas para España.
— jesus sanz montes (@jsmofm) November 14, 2023