(The Pillar/InfoCatólica) El Instituto Suizo de Sociología Pastoral (SPI) de San Gall informó el 30 de octubre de que 34.561 personas salieron de los registros eclesiásticos el año pasado, cifra superior al récord anterior de 34.182, establecido en 2021.
La cifra de 2022 representa un descenso del 1,3% en los miembros registrados de la Iglesia, lo que reduce el número de católicos registrados a 2,89 millones, en una población de 8,7 millones.
El SPI predijo que seguirían estableciéndose nuevos récords anuales, impulsados por la crisis de abusos en que se vio envuelta la Iglesia suiza en septiembre.
Abusos
La Conferencia Episcopal Suiza anunció el 10 de septiembre que el Vaticano había autorizado una investigación canónica preliminar sobre las acusaciones contra varios obispos.
El 12 de septiembre, unos investigadores publicaron un estudio piloto sobre los abusos en la Iglesia católica suiza en el que se documentaban 1.002 casos de abusos clericales desde 1950.
«La reputación de la Iglesia católica se ha deteriorado en las últimas semanas y meses», declaró el SPI. «El informe sobre la historia de los abusos sexuales en el entorno de la Iglesia católica romana en Suiza y su recepción por parte de los medios de comunicación y el público han socavado en gran medida la confianza en la Iglesia».
«Se habla de una ocultación sistemática de los casos, de la protección de los agresores más que de las víctimas, y aún se ciernen otras acusaciones. Todo ello socava la credibilidad de la Iglesia y cabe esperar que siga aumentando el número de personas que la abandonan».
Las cifras muestran que 1.080 personas entraron en la Iglesia católica en Suiza en 2022. Aunque se trata de un aumento con respecto a 2021, cuando entraron 910, significa que por cada persona que entra en la Iglesia, 32 salen.
Más apostasías en los cantones fronterizos con Alemania
El instituto observó considerables variaciones regionales en el número de salidas.
Suiza, oficialmente conocida como Confederación Helvética, se compone de 26 cantones. Según el SPI, en los cantones occidentales de Ginebra, Valais, Neuchâtel y Vaud casi no se registran abandonos. Esto se debe a que la afiliación no está vinculada a la obligación de pagar el impuesto eclesiástico, como ocurre en otros cantones.
Los tipos del impuesto eclesiástico varían de un cantón a otro. En Berna, la capital, los católicos pagan el 20,7% del impuesto sobre la renta.
En los cantones que cobran un impuesto eclesiástico, los católicos sólo pueden evitar el pago presentando una solicitud por escrito a su parroquia de origen pidiendo abandonar la Iglesia.
El cantón con el mayor número de abandonos en 2022 fue Basilea-Stadt, en la frontera norte con Francia y Alemania, donde se marchó el 3% de los católicos. Le siguen los cantones septentrionales de Argovia y Soleura, con un 2,7% y un 2,2% respectivamente.
Los tres cantones están cerca de Alemania, que también batió un nuevo récord de abandonos anuales de la Iglesia católica en 2022. Según cifras publicadas en junio, 522.821 personas se marcharon formalmente el año pasado.
Austria, que también limita con Suiza, también registró un nuevo máximo en 2022, con 90.975 católicos que se marcharon formalmente en 2022.
La caída del 1,3% de la afiliación católica suiza es inferior al descenso del 2,4% en Alemania y del 1,9% en Austria.