(ACI Prensa) En declaraciones a ACI Prensa, el sacerdote jesuita Johan Verschueren, Delegado para las Casas y Obras Internacionales Romanas de la Compañía de Jesús, aseguró que en marzo de 2023 los Jesuitas informaron «exhaustivamente» al Obispo de Koper, Mons. Jurij Bizjak, sobre los casos y denuncias de abusos contra el P. Rupnik.
La autoridad jesuita reveló que el obispo esloveno les «comunicó por iniciativa propia que ofrecería la incardinación al P. Rupnik si le concedíamos el indulto para abandonar la Compañía de Jesús». Sin embargo, como se recuerda, el sacerdote no fue indultado sino expulsado de los Jesuitas el 15 de junio de este año. Dicha expulsión fue confirmada un mes después.
El ex superior del P. Rupnik, negó que la Compañía de Jesús haya gestionado la incardinación del sacerdote y recordó que desde que los Jesuitas lo expulsaron «por desobediencia» en junio, ya no tenía ningún vínculo con la orden.
«De ninguna manera participamos en la incardinación de MIR (Marko Ivan Rupnik). Al contrario. En marzo de 2023 informamos exhaustivamente al Obispo de Koper sobre los casos y denuncias contra MIR, cuando este obispo nos comunicó por iniciativa propia que ofrecería la incardinación a MIR si le concedíamos el indulto para abandonar la Compañía de Jesús a petición de MIR (que, por cierto, rechazamos unas semanas más tarde)».
Una semanas después, el equipo encargado por la Compañía de Jesús para las denuncias referidas a los Jesuitas redactó un dossier incluyendo 15 nuevas denuncias de abusos contra el P. Rupnik.
La autoridad jesuita señaló que en el mes de marzo recibieron una carta del Obispo de Koper con su «voluntad de incardinar al P. Rupnik».
«Para entonces ya conocíamos el escandaloso contenido de las conclusiones del equipo referente. En consecuencia, el P. General se negó a conceder el indulto al P. Rupnik. Por el contrario, queríamos mantenerlo en la Compañía de Jesús bajo estrictas restricciones, en otro lugar, y con el fin de iniciar un proceso de evaluación psicológica y terapia».
A finales de enero, el P. Rupnik pidió a la Compañía de Jesús dejar la orden «por libre voluntad» (dimissio petens), solicitud que le fue denegada porque, según el P. Verschueren, entre otras cosas «carecía de una carta de un obispo que mostrara su voluntad de incardinarlo».