(CNA/InfoCatólica) La cuestión de si algunas mujeres de la Iglesia primitiva eran «diaconisas» u otro tipo de colaboradoras de los obispos «no es irrelevante, porque el orden sagrado está reservado a los hombres», dijo el Papa.
Las respuestas del Papa a las preguntas sobre el papel de la mujer en la Iglesia se incluyeron en un libro publicado en junio en español con el título «El Pastor: Desafíos, razones y reflexiones sobre su pontificado».
El libro, cuyo título en español es «El Pastor: Desafíos, razones y reflexiones de Francisco sobre su pontificado», salió a la venta el 24 de octubre.
Sobre la posibilidad de mujeres diconisas, Francisco señaló que el diaconado «es el primer grado de las órdenes sagradas en la Iglesia Católica, seguido por el sacerdocio y finalmente el episcopado».
El Pontífice recordó que creó comisiones en 2016 y 2020 para estudiar más a fondo la cuestión, después de un estudio en la década de 1980 por la Comisión Teológica Internacional estableció que el papel de las diaconisas en la Iglesia primitiva «era comparable a las bendiciones de las abadesas».
En respuesta a una pregunta sobre por qué está «en contra del sacerdocio femenino», Francisco dijo al periodista argentino Sergio Rubin y a la periodista italiana Francesca Ambrogetti, autores del libro, que se trata de «un problema teológico».
«Creo que socavaríamos la esencia de la Iglesia si consideráramos sólo el ministerio sacerdotal, es decir, el modo ministerial», dijo, señalando que la mujer es el espejo de la esposa de Jesús, la Iglesia.
«El hecho de que la mujer no acceda a la vida ministerial no es una privación, porque su lugar es mucho más importante», dijo. «Creo que erramos en la catequesis al explicar estas cosas, y al final caemos en un criterio administrativo que a la larga no funciona».
«Por otro lado, respecto al carisma de las mujeres, quiero decir muy claramente que, desde mi experiencia personal, tienen una gran intuición eclesial», afirmó.
Preguntado sobre que la ordenación de mujeres acerque «más gente a la Iglesia» y que el celibato sacerdotal opcional ayude con la escasez de sacerdotes, el Papa Francisco dijo que no comparte estas opiniones.
«Los luteranos ordenan mujeres, pero aún así poca gente va a la iglesia», dijo. «Sus sacerdotes pueden casarse, pero a pesar de eso no pueden aumentar el número de ministros. El problema es cultural. No debemos ser ingenuos y pensar que los cambios programáticos nos traerán la solución.»
«Las meras reformas eclesiásticas no sirven para resolver los problemas de fondo. Más bien, lo que se necesitan son cambios paradigmáticos», añadió, apuntando a su carta de 2019 a los católicos alemanes para profundizar en la cuestión.