(Katolisch/InfoCatólica) Tras su expulsión de la orden jesuita, Rupnik se encontraba como cura vago (sin adscripción), una condición no prevista por el derecho canónico. Con la incardinación, Rupnik queda ahora adscrito al clero de la diócesis de Koper, siendo el obispo diocesano el responsable de su supervisión y mantenimiento. En principio, Rupnik puede ejercer de nuevo todos los servicios sacerdotales.
Existen acusaciones de abusos contra el clérigo esloveno entre los años 1980 y 2000, durante los cuales abusó espiritual, mental y sexualmente de 20 mujeres, entre ellas siete religiosas. En enero de 2020, Rupnik fue excomulgado por violación grave del derecho canónico. Sin embargo, la Congregación Romana para la Doctrina de la Fe levantó la excomunión en mayo de 2020. La Compañía prohibió a Rupnik ejercer públicamente su sacerdocio en 2022 y le impuso más condiciones, que él ignoró repetidamente.
En junio de este año, el clérigo esloveno había terminado personalmente las obras de una iglesia franciscana en Mostar, Bosnia-Herzegovina, y había comenzado otros trabajos, incluida la construcción de una capilla episcopal en la isla croata de Hvar. En julio, Rupnik fue expulsado definitivamente de la orden jesuita. Sigue siendo clérigo porque, sorprendentemente, Roma no le ha suspendido a pesar de la coincidencia en el testimonio de sus víctimas. De hecho, las víctimas se han quejado por el hecho de que el Papa no las ha recibido, mientras que sí lo ha hecho con personas muy cercanas al sacerdote abusador.