(CNA/InfoCatólica) El cardenal intervino en una conferencia organizada en Roma el 3 de octubre por el periódico católico italiano Nuova Bussola Quotidiana sobre el tema «la Babel sinodal», destinada a debatir los principales puntos de controversia planteados por el sínodo.
En su discurso en el Teatro Ghione, situado a menos de una milla de la Plaza de San Pedro, el prefecto emérito de la Signatura Apostólica reafirmó su preocupación por los «errores filosóficos, canónicos y teológicos que están muy extendidos hoy en día en relación con el Sínodo de los Obispos y su primera sesión.»
«Desgraciadamente, está muy claro que la invocación del Espíritu Santo por parte de algunos tiene por objeto hacer avanzar una agenda que es más política y humana que eclesial y divina», declaró ante un auditorio de unas 200 personas, compuesto en gran parte por periodistas y eclesiásticos, entre ellos el cardenal guineano Robert Sarah, cofirmante de los dubia junto con los cardenales Walter Brandmüller, Zen Ze-Kiun y Juan Sandoval Íñiguez.
El cardenal destacó que «muchos hermanos en el episcopado e incluso el Colegio Cardenalicio apoyan esta iniciativa, aunque no están en la lista oficial de firmantes» y aseguró que no se trata de atacar a la persona del Santo Padre.
Reaccionaba así al comentario de un padre sinodal, citado anónimamente por Il Giornale tras la publicación en la prensa del contenido de la dubia, que acusaba a los cinco cardenales de querer «sólo golpear al Papa Francisco» y de pretender dictar su agenda a riesgo de amenazar la unidad de la Iglesia.
«Estos comentarios revelan el estado de confusión, error y división que impregna la sesión del Sínodo de los Obispos», dijo Burke. «Los cinco dubia tratan exclusivamente de la doctrina perenne y de la disciplina de la Iglesia, no de la agenda de un Papa».
Según él, en la declaración del padre sinodal anómico influyeron las palabras del nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández, quien en una reciente entrevista con el National Catholic Register acusó a quienes critican la «doctrina del Santo Padre» de estar en el camino de la «herejía y el cisma».
Burke replicó a Fernández:
«La Iglesia nunca ha enseñado que el Romano Pontífice tenga un poder especial para constituir su propia doctrina. El Santo Padre es el primer maestro del depósito de la fe, que es en sí mismo siempre vivp y dinámico».
A continuación, Burke cuestionó el concepto mismo de sinodalidad, tema del actual sínodo. De hecho, cree que el término «abstracto» de sinodalidad, que describe como «un neologismo en la doctrina de la Iglesia», pretende «vincular artificialmente» este concepto a una práctica oriental, que tiene sin embargo «todas las características de una invención reciente, especialmente en lo que respecta a los laicos».