(Vatican.news/InfoCatólica) Francisco aseguró que la controversia y la presión de los medios de comunicación en Sínodos anteriores se superponían a las discusiones en el aula, a menudo incluso dirigiendo el orden del día:
«Cuando (hubo) el Sínodo sobre la familia, estaba la opinión pública hecha por los mundanos de nosotros, que era dar la comunión a los divorciados: y así entramos en el Sínodo. Cuando (hubo) el Sínodo para las Amazonas, estaba la opinión pública, la presión, que era hacer los viri probati: entramos con esta presión, ¿no?».
«Ahora -dice el Papa- se especula sobre este Sínodo: '¿Pero qué harán? Quizá el sacerdocio a las mujeres', no sé, estas cosas las dicen fuera, ¿no? Y dicen tantas veces que los obispos tienen miedo de comunicar lo que está sucediendo». Por eso el Pontífice se dirigió directamente a los «comunicadores», pidiéndoles «que hagan bien su función, con justicia, que la Iglesia y las personas de buena voluntad -los otros dirán lo que quieran- comprendan que también en la Iglesia existe la prioridad de la escucha. Transmitan esto: es muy importante».
El malestar entre muchos de los periodistas que hacen su trabajo en Roma en estos díaa es patente. Tales palabras del Pontífice, a las que se une la censura impuesta a los participantes en el Sínodo para que no digan absolutamente nada de lo que ocurre dentro del mismo, es incompatible con la libertad de prensa y suponen un ataque abierto a la profesión periodística.