(Vatican.news/InfoCatólica) Mons. Ramón Castro, obispo de Cuernavaca y secretario general de la CEM destaca la importancia del evento, con el deseo «ser verdaderamente artesanos de paz»
El Encuentro Nacional por la Paz se desarrolló en Puebla, México, del 21 al 23 de septiembre, y concluyeron con un Acuerdo Nacional por la Paz «que no busca promover la confrontación ni la venganza, sino la unidad y la reconciliación del país, para que todos podamos ser protagonistas en la construcción de la paz y la justicia», expresan en el documento.
El obispo, en entrevista con Vatican News – Radio Vaticana, compartió la esperanza y los compromisos que asume México para ser constructores de la paz: «creemos que debemos apropiarnos de esta agenda nacional de paz».
¿Para qué este Diálogo Nacional por a la Paz? ¿Por qué nace esta iniciativa?
A partir del asesinato de los jesuitas Joaquín y Javier hubo una enorme sacudida de nuestra conciencia, fue una gota que derramó un vaso. Y hemos comenzado trabajando unidos, la Conferencia de Superiores Religiosos, la Provincia de los Jesuitas, los laicos organizados en México y la Conferencia Episcopal Mexicana. Y a través de un año, poco más de un año, hemos lanzado iniciativas como la oración cada domingo tercero de mes; como enciende una luz, en donde se habla de las víctimas; y la más notoria ha sido esta iniciativa de organizar los conversatorios a nivel parroquial de todo el país y los foros, y después de todos estos meses, más de diez, hemos llegado a una conclusión que se ha manifestado en el Diálogo Nacional por la Paz.
¿Cómo se ha vivido el Diálogo Nacional por la Paz? ¿Quiénes participaron? ¿Cómo fue su desarrollo?
Este Diálogo Nacional por la Paz se llevó a cabo del 21 al 23 de septiembre, recientemente, y qué ha sido este diálogo un encuentro de más de mil personas, calculamos mil trescientas, de todos los estratos y de todos los orígenes y sobre todo de todo el país, en los treinta y dos Estados de la República. Participaron obispos, líderes de otras confesiones religiosas, policías, gobiernos locales, sociedad civil organizada, expertos, víctimas, familiares de víctimas, jóvenes, medios de comunicación, académicos empresarios, agricultores, indígenas. Fue algo verdaderamente bello y estuvimos en tres días conversando, el primer día en comprender las causas de la violencia que es lo que ha sucedido; el segundo día, qué es lo que podemos encontrar como estrategias locales y nacionales para buscar esa paz; y el tercer día, una ruta nacional de la paz, el inicio de un largo proceso, el comienzo de algo que nos llena de esperanza.
¿Cuáles son las preocupaciones y las acciones que se plantean a partir de este encuentro?
De todo lo que se habló en los conversatorios y en los foros se ha cristalizado una Agenda Nacional de Paz, en más de 30 páginas ¿dónde estamos? y ¿a dónde queremos ir? y ¿cuál es la ruta que debemos seguir? Es sumamente para nosotros esperanzador, saber que partimos de reconocer la violencia que vivimos desde hace tiempo, y que se ha vuelto intolerable en México. Que hay mucho dolor de las familiares de víctimas, que más de dieciocho mil participantes en este encuentro nacional y en estos conversatorios y foros.
¿Qué mensaje deja este Diálogo Nacional por la Paz a México?
Tenemos la esperanza, el deseo y el ánimo de ser artesanos de paz, que buscamos trascender una cultura de violencia con el respeto de la dignidad de todas las personas, que queremos dialogar, que queremos ser verdaderamente estos artesanos de paz.
¿Qué compromisos asumieron en el Diálogo Nacional por la Paz? ¿Cuáles serán los siguientes pasos?
A construir la Red Nacional de Paz, esta red nacional es una forma en que queremos tejer en diferentes ambientes, jóvenes, empresarios, políticos, laicos. Esta paz que tanto necesitamos y estamos invitando a todos a ser parte de estas redes, creemos que debemos apropiarnos de esta agenda nacional de paz. Y hemos concluido precisamente con algo sencillo porque la agenda es un documento muy amplio, más de treinta páginas, y hemos hecho este Acuerdo Ciudadano por la Paz en donde se sintetiza todo, se invita y tenemos el ánimo y la esperanza de que verdaderamente será algo que nos lleve a encontrar la anhelada paz que tanto buscamos.
El subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, monseñor Fabio Baggio, durante el Diálogo Nacional por la paz en México agradeció el trabajo de la Iglesia en México quienes activaron procesos de discernimiento y reflexión para fortalecer la paz, superar la violencia y evidenciar las precariedades del sistema de justicia y seguridad en la nación:
«Los mismos obispos han llamado a las autoridades políticas a convocar a un diálogo nacional para emprender acciones inteligentes e integrales con el fin de alcanzar la paz, mediante una participación conjunta».