(Swissinfo/InfoCatólica) En una entrevista con el Neue Zürcher Zeitung (NZZ) am Sonntag, el obispo Felix Gmür también afirmó que la Iglesia Católica ha estado activa en el tema de los casos de abuso durante mucho tiempo.
Es necesario cuestionar las condiciones actuales, asegura el presidente de la Conferencia Episcopal Suiza. En su opinión, ha llegado el momento de abolir el celibato y permitir a las mujeres el acceso al sacerdocio. Tampoco está de acuerdo con la doctrina moral de la Iglesia, ante lo cual cabe preguntarse en qué sentido se puede decir que es un obispo católico.
Al comienzo de su mandato como obispo, Mons.Gmür enfatizó la necesidad de una conducta legalmente correcta en casos de abuso, como y como recordó en la entrevista. La perspectiva de la víctima había sido descuidada en el proceso. «En este sentido, con el tiempo he cambiado mi perspectiva».
Descentralización y nueva moral sexual
En general, el poder en la Iglesia debe distribuirse mejor, afirmó Gmür. «Haré lobby en Roma para que la Iglesia se descentralice». Se necesita una nueva moral sexual, junto con la posibilidad de establecer regulaciones a nivel regional.
La Conferencia Episcopal Suiza ha decidido crear un tribunal penal y disciplinario eclesiástico para la Iglesia católica romana en Suiza. Sin embargo, esto aún debe discutirse con el Papa, ya que tal tribunal no está previsto en el derecho canónico, afirmó Gmür. Sin embargo, los procedimientos conforme al derecho eclesiástico están subordinados al derecho estatal, «por lo que no sustituyen a los procedimientos penales seculares».
Mujeres sacerdotisas
Parte de aceptar la situación es cuestionar las condiciones imperantes. «El celibato significa que estoy disponible para Dios. Pero creo que la sociedad actual ya no comprende este signo», afirma Gmür. «Ha llegado el momento de abolir el celibato. No tengo ningún problema en imaginar sacerdotes casados».
Admitir la fornicación
También debería disminuir la exclusión de las mujeres de la ordenación sacerdotal, afirma. «La subordinación de las mujeres en la Iglesia católica me resulta incomprensible. Se necesitan cambios allí», afirmó Gmür. Añadió que la Iglesia «aún no está donde necesitamos estar» en lo que respecta a la prohibición del concubinato para los empleados.