(Orthodox Times/InfoCatólica) El Patriarca Ecuménico, en su homilía, se refirió a la forma en que se otorgó la autonomía a la Iglesia de Estonia por parte del Trono Ecuménico:
«Estos días celebramos junto con ustedes, con la Iglesia Ortodoxa Autónoma de Estonia, el centenario de su autonomía. La Iglesia de Constantinopla respondió voluntariamente a las súplicas y peticiones tanto del estado como de la Iglesia del pueblo de Dios y les concedió la autonomía en 1923. La Iglesia de Rusia intentó abolir este estatus otorgado por el Trono Ecuménico por la fuerza de las armas. Han pasado por momentos difíciles. Hubo muchos mártires bajo el Metropolitano Platonas. Dios quiso que el régimen comunista ateo cayera y que Estonia ganara su independencia. Luego, nuevamente, la Iglesia y el Estado de este país se dirigieron a la Madre Iglesia y pidieron la restauración de su autonomía. Constantinopla respondió voluntariamente ejerciendo sus derechos canónicos, lo que provocó una fuerte reacción de la Iglesia de Rusia. ¿No sucedió lo mismo hace unos años cuando Constantinopla otorgó la autocefalía a Ucrania? Tomamos decisiones de acuerdo con los cánones sagrados de la Iglesia, pero el otro lado utiliza armas, amenazas y elude los cánones sagrados y el orden de la Iglesia Ortodoxa».
Exhorta a estar unidos y obedecer y respetar al primado de su iglesia
Además, el Patriarca Ecuménico mencionó en su homilía al Metropolitano Stefanos de Tallin y toda Estonia:
«Ustedes aquí, durante los 24 años en los que han estado al frente de la iglesia autónoma, han hecho mucho con sus colaboradores. Reorganizaron la Iglesia de Estonia, crearon una escuela teológica, establecieron buenas relaciones con el Estado y otras doctrinas cristianas aquí para que podamos glorificar a Dios a través de su ministerio jerárquico y, por lo tanto, sentimos gratitud. Cada vez que vengo a Estonia, y he venido aquí varias veces, veo el crecimiento constante y el progreso de su Iglesia. La Madre Iglesia se enorgullece de ustedes. Vemos que todas las decisiones canónicas tomadas por el Patriarcado Ecuménico fueron correctas y están dando frutos. Nos gustaría agradecer al estado estonio, al Presidente y al Primer Ministro por su continua protección de nuestra Iglesia Ortodoxa Autónoma».
«La Iglesia Autónoma aquí es una parte integral de la sociedad estonia y goza de prestigio y respeto», añadió.
«Os insto a estar unidos, a obedecer y respetar al primado de vuestra iglesia, vuestro pastor. Ha estado elaborando varios planes para el futuro de la Iglesia, que se llevarán a cabo a lo largo del segundo Centenario, y esperamos que Dios le ayude a cumplir sus planes, a tener buena salud y tener una larga vida junto a sus asociados», concluyó en su homilía.
Cisma abierto entre las iglesias ortodoxas
El cisma entre las iglesias ortodoxas creado por el reconocimiento del Patriarca de Constantinopla de la iglesia autocéfala en Ucrania no ha parado de agravarse con el paso del tiempo.
La postura del patriarcado moscovita, que ignora el canon 28 del concilio de Calcedonia sobre la autoridad del Patriarca de Constantinopla, refleja la tradicional pretensión de la Iglesia Ortodoxa Rusa de que Moscú es la «tercera Roma» y por tanto le corresponde de facto una especie de papel protector y regulador sobre los ortodoxos en territorios donde no hay iglesias nacionales autocéfalas, algo hasta ahora reservado a los patriarcas ecuménicos. Sin embargo, el Patriarca Kirill aseguró a principios de este año no tener intención de tener primacía sobre el resto de iglesias ortodoxas.