(ACIPrensa/InfoCatólica) El Cardenal Raymond Burke, de Estados Unidos, emitió un apremiante llamado a la oración y a la cooperación activa en favor de los 120,000 armenios actualmente enfrentando un asedio por parte de las fuerzas de Azerbaiyán, en una situación de riesgo inminente de «aniquilación».
El Prefecto Emérito de la Signatura Apostólica, aseguró mediante un texto con fecha del 29 de agosto, pero compartido esta semana en sus redes sociales: «No hay lugar para el silencio y la inacción ante la cruel persecución, más aún, la aniquilación de nuestros hermanos y hermanas armenios».
Haciendo memoria del genocidio armenio, que ocurrió durante el imperio turco otomano entre 1915 y 1923 y cobró la vida de 1.5 millones de personas, el Cardenal destacó que los armenios enfrentan una nueva situación de hostigamiento. Desde diciembre de 2022, los 120,000 armenios en Nagorno Karabaj (también conocido como Artsaj, su nombre tradicional para su antigua tierra natal) han estado bajo asedio.
«Ya no tienen gas para obtener energía. No tienen medios de transporte públicos ni privados. Sus agricultores son asaltados a punta de pistola y no pueden recoger sus cosechas. Los alimentos escasean peligrosamente. Los tribunales han denunciado el asedio. Los gobiernos han denunciado el asedio», dijo con lamento.
De igual forma, condena la «gravísima injusticia» y motiva a dar «voz pública a lo que Nuestro Señor inspira en nuestros corazones, en favor de nuestros hermanos y hermanas armenios, para que todos lo oigan. Elevemos a Nuestro Señor fervientes e incesantes oraciones por el pueblo armenio. Acudamos también a su lado. Llevémosles comida y bebida».
Tras hacer hincapié en que San Judas Tadeo fue el primero en llevar el mensaje del Evangelio a Armenia, el Cardenal alentó a realizar una peregrinación: «Todos, al menos con nuestras oraciones diarias, para celebrar con alegría la presencia viva de Nuestro Señor entre sus hermanos y hermanas de Armenia. (…) Por favor, uníos a mí en la oración y en la acción al lado del pueblo armenio».
¿Qué está pasando en Armenia?
Desde hace aproximadamente dos meses, Azerbaiyán, una nación predominantemente musulmana, ha intensificado su asedio sobre una comunidad de 120 mil cristianos en Nagorno-Karabaj (también conocido como Artsaj). En diciembre de 2022, las fuerzas azerbaiyanas cortaron las principales vías de abastecimiento de esta población. La única ruta de acceso disponible era a través de la carretera de Lachin, pero las tropas azerbaiyanas bloquearon el paso en un control fronterizo y han impedido la entrada de suministros básicos.
El 11 de julio, Azerbaiyán intentó justificar sus acciones al alegar un presunto «contrabando» realizado por la Cruz Roja, que involucraba la transportación de gasolina y tabaco mientras trasladaba a enfermos de Nagorno-Karabaj a Armenia. Sin embargo, esta afirmación fue desmentida por la propia organización Cruz Roja.
Ante los abusos perpetrados por las fuerzas de Azerbaiyán, el presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan, ha denunciado una «limpieza étnica» y ha expresado su preocupación por la «impunidad internacionL». Esto se produce en un contexto en el que la mediación de Rusia, que históricamente protegía a los cristianos armenios, se ha visto limitada debido a su relación más estrecha con Turquía, que respalda a Azerbaiyán, especialmente después del conflicto en Ucrania.
Para hacer frente a esta situación, el gobierno de Armenia ha anunciado la realización de maniobras militares conjuntas con Estados Unidos la próxima semana. Cabe recordar que Armenia y Azerbaiyán han acusado mutuamente violaciones del alto el fuego de 2020, que puso fin a la segunda guerra de Nagorno Karabaj, y que concluyó con la victoria de Azerbaiyán y la recuperación de territorios, incluyendo la importante ciudad de Shusha y la Catedral de San Salvador, que fue destruida en un bombardeo azerbaiyano.