(ACN/InfoCatólica) Un gran grupo de bandidos Fulani atacaron e incendiaron la rectoría de la parroquia de San Rafael Fadan Kamantan, en la diócesis de Kafanchan, en el estado de Kaduna.
Según la información enviada a la fundación pontificia internacional por diferentes fuentes -y confirmada por el obispo de Kafanchan, Mons. Julius Kundi- el párroco P. Emmanuel Okolo, y el sacerdote asistente pudieron escapar del fuego, pero un seminarista, Na’aman Danlami, de 25 años, murió en el ataque. En declaraciones telefónicas a ACN, Mons. Kundi dijo:
«Los atacantes tenían como objetivo secuestrar al párroco. Cuando fracasaron en su intento de entrar en la casa del padre, la incendiaron. Los dos sacerdotes pudieron escapar pero terriblemente el seminarista fue devorado por las llamas».
El obispo explicó que el asalto duró más de una hora, pero no hubo reacción ni apoyo de las fuerzas militares:
«A un kilómetro de distancia hay un punto de control, pero hubo una ausencia total de reacción. Los ciudadanos nigerianos estamos desprotegidos. Apenas nos beneficiamos de las fuerzas de seguridad».
La situación de los cristianos en Nigeria es sencillamente dantesca, sin que nadie haga nada por evitarlo. El 90% de los mártires en el último año eran precisamente nigerianos