(SIR/InfoCatólica) «Debemos trabajar para abordar la cuestión humanitaria, en particular para los más vulnerables y para todos aquellos niños que deben poder regresar a Ucrania», dijo Zuppi.
El cardenal recordó el esfuerzo de las diócesis italianas en materia de acogida, especialmente de los menores. En el mes de agosto, 42 niños ucranianos con sus acompañantes (para un total de 80 personas), procedentes de las ciudades de Nikopol y Kryviy Rih en Dnipropetrovsk, fueron acogidos en las diócesis de Senigallia, Ascoli Piceno y Macerata, gracias a la disponibilidad de Cáritas y de las comunidades locales.
Esta iniciativa, apoyada por la CEI y la Nunciatura Apostólica en Ucrania, se suma a otros proyectos que durante el período estival permitieron a más de 600 niños y jóvenes pasar unas semanas de serenidad, lejos de la guerra.
A continuación, el presidente de la CEI instó a todos a comprometerse por «una paz justa y segura»:
«La victoria es la paz, nunca la humillación del enemigo, que conduce a una futura enemistad y hostilidad».
Zuppi que quiso citar las palabras de Card. Lubomyr Husar, arzobispo mayor de Kiev-Halyć, «figura de gran autoridad espiritual»:
«La verdadera victoria final será posible si todos nos comportamos como seres humanos en el pleno sentido de la palabra. Todas las demás victorias son sólo parciales o imaginarias y nunca conducirán a una paz verdadera».
El cardenal aseguró al Sínodo de la Iglesia greco-católica la oración de las Iglesias en Italia,