(Episkopat/InfoCatólica) Los miembros del equipo de expertos se oponen firmemente al intento de crear una nueva interpretación de la ley existente «dirigida a ampliar los criterios que permiten la privación legal de la vida de un niño no nacido por motivos psiquiátricos, también porque, en la práctica, esto significaría una nueva legalización del aborto a petición, además mediante una manipulación inconstitucional y extraestatutaria».
Añaden que tal actuación contradice el artículo 39 del Código de Deontología Médica:
«Al actuar médicamente en una mujer embarazada, el médico es al mismo tiempo responsable de la salud y la vida de su hijo. Por lo tanto, el médico debe esforzarse por preservar la salud y la vida del niño también antes del nacimiento».
Los miembros del equipo subrayan en su comunicado que «el aborto no puede permitirse legalmente debido a la presencia de un trastorno mental en la madre. En tales casos, deben utilizarse métodos de tratamiento reconocidos y eficaces». Para ello, invocan el valor de la vida humana, independientemente de su etapa de desarrollo o estado de salud. «Esta es la posición que adopta toda persona con una conciencia debidamente formada. También se refleja en las normas jurídicas promulgadas en defensa del respeto de los derechos fundamentales de todo ser humano, incluido el niño, desde el momento de la concepción», reza el texto.
Igualmente señalan que las premisas anteriores también se recogen en la doctrina de la Iglesia católica, confirmada por numerosas declaraciones papales.
Es sabido que en los países donde se incluyó la cláusula de la salud mental de la madre para permitir el aborto, la misma fue usada como coladero para llegar fe facto a una situación de aborto libre.
Texto completo del informe del grupo de expertos (en inglés)