(Aica/InfoCatólica) El Papa Francisco pide ponernos del lado de los marginados y descartados, de los que nunca son noticia de portada. En el video con la intención de oración de septiembre, producido por la Red Mundial de Oración del Papa, nos hace una pregunta que no debería dejarnos indiferentes:
«¿Cómo dejamos que la ‘cultura del descarte’, en la que millones de hombres y mujeres no valen nada frente a los beneficios económicos, domine nuestras vidas?».
Y a continuación nos hace una petición:
«Dejemos de hacer invisibles a los que están al margen de la sociedad, ya sea por motivos de pobreza, dependencias, enfermedades psíquicas o minusvalías».
El Pontífice pide pasar de la «cultura del descarte» a la «cultura de la acogida».
«Una persona sin techo que muere en la calle nunca va a aparecer en la primera página de los buscadores de internet o de los noticieros. ¿Cómo hemos podido llegar a este nivel de indiferencia? ¿Cómo dejamos que la ‘cultura del descarte’, en la que millones de hombres y mujeres no valen nada frente a los beneficios económicos, cómo dejamos que esta cultura domine nuestras vidas, nuestras ciudades, nuestro modo de vivir? Se nos va a endurecer el cuello de tanto mirar al otro lado para no ver esta situación. Por favor, dejemos de hacer invisibles a los que están al margen de la sociedad, ya sea por motivos de pobreza, dependencias, enfermedades psíquicas o minusvalías. Centrémonos en la acogida. En acoger a todas las personas que lo necesitan. La ‘cultura de la acogida’, de recibir, de dar techo, de dar hogar, de dar amor, de dar calidez humana. Oremos para que las personas que viven al margen de la sociedad, en condiciones de vida infrahumanas, no sean olvidadas por las instituciones y nunca sean descartadas».
Acoger es más que ayudar
El cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, añade:
«El Papa Francisco conoce el poder educativo de la oración y, a través de él, nos invita a desarrollar una cultura de la acogida. ‘La piedra descartada por los constructores se ha convertido en piedra angular’; este mensaje sigue siendo fuerte y creíble, si aún hoy damos la palabra a los descartados, si reconocemos la dignidad indeleble de quienes han sido crucificados por una economía despiadada, el acoso o la indiferencia. Acoger es más que ayudar: es poner al otro a nuestro nivel, redescubrir a una hermana o a un hermano que habíamos perdido. En la oración nos convertimos en miembros de un solo Cuerpo».
Una «cultura de la acogida»
El Padre Frédéric Fornos SJ, director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comenta: «¿Cómo es posible dar una solución tangible a los millones de descartados que a menudo sólo encuentran indiferencia, o incluso fastidio, como respuesta? Francisco invita a un enfoque diferente de la pobreza y la exclusión. Esto supone rezar, pues la oración transforma nuestro corazón, cambia nuestra mirada y nos abre a los demás, en particular a los más vulnerables. Oremos, con Francisco, por una ‘cultura de la acogida’, para recibir a todas las personas que lo necesitan, dar techo, hogar, amor y calidez humana».+