(InfoCatólica) En el lenguaje diplomático, el término «multilateralismo» generalmente se refiere a una alternativa al dominio unilateral de los asuntos globales por una o varias superpotencias, como Estados Unidos.
El cardenal Matteo Zuppi expresó el 27 de agosto que el multilateralismo es «esencial porque representa la única forma de llevar a la práctica la apremiante conciencia de que 'todos estamos en el mismo barco', una visión fundamental del papa Francisco en 'Fratelli tutti'. Esto implica traducirla en espacios de comprensión, debate, análisis y... ¿por qué no? ... también toma de decisiones».
Zuppi hacía referencia a la carta encíclica del Papa Francisco «Fratelli tutti» de 2020, cuyo enfoque central es un llamado a una mayor solidaridad humana.
Zuppi, de 67 años, veterano de la Comunidad de Sant'Egidio, nuevo movimiento eclesial dedicado a la resolución de conflictos y al diálogo ecuménico e interreligioso, es presidente de la Conferencia Episcopal de Italia.
En mayo, Francisco designó a Zuppi como su representante personal en relación con el conflicto ruso en Ucrania. Ha llevado a cabo visitas a Kiev, Moscú y Washington, y se espera que viaje próximamente a Pekín.
Las declaraciones de Zuppi sobre el multilateralismo fueron realizadas en un mensaje de video para una conferencia que se celebró en Venecia del 29 al 30 de agosto, enfocada en el tema del «poder blando» (soft power), un término acuñado por el politólogo de Harvard Joseph Nye para describir la consecución de objetivos a través de la persuasión y el atractivo de los ideales. Esto se contrasta con el «poder duro» (hard power), que se refiere a la fuerza económica y militar.
La conferencia es auspiciada por el «Soft Power Club», una organización que fue fundada por el político italiano de orientación centro-izquierda, Francesco Rutelli. Rutelli fue alcalde de Roma desde 1993 hasta 2001, y también ocupó el cargo de Viceprimer Ministro de Italia entre 2006 y 2008.
Zuppi, durante su intervención, destacó a Europa como un ejemplo de los desafíos actuales que enfrenta el multilateralismo.
«En la actualidad, debemos hallar un conjunto de reglas para el multilateralismo, que ciertamente atraviesa por dificultades significativas», expresó. «Reflexionemos sobre las adversidades que experimenta Europa, la cual es un entorno altamente multilateral, pero que requiere una síntesis sólida. Actualmente, está enfrentando grandes obstáculos para lograr una síntesis efectiva que pueda abordar los desafíos compartidos por toda la región y el mundo».
Zuppi argumentó que, si bien la visión detrás del multilateralismo es clara, es esencial contar con una estructura institucional más robusta y definida para que pueda funcionar de manera eficaz en los asuntos globales.
«Considero que el camino del multilateralismo, que implica la desafiante tarea de unir diversas influencias y corrientes históricas que subyacen en el fondo, es el camino para encontrar soluciones apropiadas», manifestó.
«Para mí, la visión que propone el Papa Francisco sigue siendo fundamental: 'Fratelli tutti'. Sin embargo, esta visión requiere de instrumentos y de un marco institucional sólido», agregó.
Rutelli, por su parte, enfatizó la importancia del «poder suave», que se refiere a la capacidad de convocar a diversos actores en torno a objetivos comunes.
«Hoy más que nunca, en un mundo en constante cambio y plagado de crisis, el poder suave, es decir, el poder de persuasión, es fundamental. La historia nos enseña que aunque el poder suave no puede reemplazar al poder duro, ya sea en términos militares o económicos, tampoco ningún tipo de poder puede perdurar sin un consenso duradero», destacó.
En su mensaje de video, que tuvo una duración de cuatro minutos, Zuppi resaltó que el enfoque del poder suave es especialmente relevante en el contexto actual, marcado por las dificultades que enfrentan las fuerzas que antes tenían la capacidad de controlar y equilibrar las interacciones e influencias globales. Señaló que ahora es necesario encontrar nuevas formas de abordar este desafío.
Como ejemplo, mencionó el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando se reconoció la necesidad de establecer un poder supranacional capaz de manejar conflictos. En ese contexto, surgieron las Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa como respuestas a esa necesidad.
En la actualidad, según Zuppi, vuelve a ser fundamental encontrar vías para expresar una visión multilateral. Esta visión es crucial para «aprender a convivir en este mismo barco, que es la sala de estar del mundo, y que todos debemos cuidar y habitar juntos».
Con información de Crux