(InfoCatólica) El Papa ha querido dar su parecer sobre la evangelización en América:
Aquí la evangelización tiene una fuente siempre viva: Guadalupe. Es una fuente viva. ¡Los mexicanos están contentos! Por supuesto, el Evangelio ya había llegado allí antes de esas apariciones, pero desgraciadamente también había ido acompañado de intereses mundanos. En lugar del camino de la inculturación, se había tomado con demasiada frecuencia el apresurado de trasplantar e imponer modelos preconstituidos -europeos, por ejemplo-, faltando al respeto a los pueblos indígenas.
Cabe recordar que los misioneros españoles hicieron un proverbial esfuerzo en aprender los idiomas nativos para poder transmitir la fe en la lengua de los indígenas. Igualmente realizaron una labor de alfabetización. Y también se ha de señalar que el surgimiento de las universidades en América fue por medio del Imperio español quien se encargó de fundar los primeros centros universitarios en el continente.
Tras relatar las dificultades de San Juan Diego para que la Iglesia aceptara que había visto a la Virgen, ha dicho:
He aquí la fatiga, la prueba del anuncio: a pesar del celo, llega lo inesperado, a veces de la propia Iglesia. Para anunciar, en efecto, no basta con dar testimonio del bien, hay que saber soportar el mal. No lo olvidemos: para anunciar el Evangelio no basta con dar testimonio del bien, sino que hay que saber soportar el mal. El cristiano hace el bien, pero soporta el mal. Ambas cosas van juntas; la vida es así. Incluso hoy, en tantos lugares, inculturar el Evangelio y evangelizar las culturas requiere perseverancia y paciencia, requiere no temer el conflicto, no desfallecer.
Palabras del Papa en español:
Retomamos el ciclo de catequesis dedicadas al tema del celo apostólico. Hoy reflexionamos sobre la evangelización en el continente americano, y ahí tenemos un modelo excepcional: la Virgen de Guadalupe. En México -como en Lourdes y en Fátima- María se apareció a una persona humilde, sencilla, a un indio que se llamaba Juan Diego, y de ese modo hizo llegar su mensaje a todo el Pueblo fiel de Dios. Ella anuncia a Jesús siguiendo el camino de la inculturación, es decir, por medio de la lengua y la cultura autóctonas, y con su cercanía materna manifiesta a todos sus hijos el amor y el consuelo de su Inmaculado Corazón.
A Juan Diego no le fue fácil ser mensajero de la Virgen, tuvo que afrontar incomprensiones, dificultades e imprevistos. Esto nos enseña que para anunciar el Evangelio no es suficiente dar testimonio del bien, sino a veces saber sufrir los males, con paciencia y constancia, sin miedo a los conflictos. En esos momentos difíciles de conflictos, invoquemos a María, nuestra Madre, que siempre nos ayuda, nos alienta y nos guía hacia Dios.