(Agencias/InfoCatólica) El arzobispo de San Francisco, Mons. Salvatore Cordileone, explicó en un comunicado que «la desafortunada realidad es que la archidiócesis no posee los recursos financieros ni la capacidad práctica para enfrentar individualmente todas estas acusaciones de abuso».
El año pasado, numerosas denuncias formales fueron presentadas contra sacerdotes y miembros de la archidiócesis gracias a una ley estatal que permitió revelar casos de presunto abuso sin importar cuánto tiempo haya transcurrido.
La declaración de bancarrota, según se detalló en el comunicado, permitirá a la archidiócesis congelar todos los procesos legales en su contra mientras desarrolla un plan para liquidar activos y abordar las demandas de las víctimas de abuso.
Cabe destacar que los empleados de la arquidiócesis seguirán recibiendo sueldo y se continuará brindando atención a los feligreses, según se aclaró en el comunicado.