(ACIPrensa/InfoCatólica) Las autoridades en el estado mexicano de Sonora han emitido una advertencia a la población acerca de las estafas y extorsiones perpetradas por individuos autodenominados brujos y videntes a través de plataformas en línea. Esta práctica de engaño está ganando terreno y representa una preocupación creciente para las autoridades locales.
La Unidad Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Sonora, a través de una publicación en la plataforma X (anteriormente Twitter), ha proporcionado recomendaciones a los usuarios de internet para prevenir estafas y extorsiones por parte de supuestos brujos y adivinos en línea.
Entre las sugerencias se incluye evitar compartir información personal, no aceptar videollamadas de desconocidos, configurar perfiles como privados, eliminar contactos no reconocidos, no ceder a peticiones de extorsionadores y bloquear cualquier contacto con chantajistas, con el objetivo de promover la seguridad en línea y prevenir situaciones de manipulación.
Además, la Unidad Cibernética detalla cómo los individuos autodenominados «brujos» son contactados directamente por los usuarios, quienes buscan servicios como empleo, hechizos de amor o protección contra vibras negativas.
Una vez que el «cliente» proporciona toda su información al brujo y realiza el respectivo pago por el «servicio», inicia la extorsión, y amenazan a la víctima con compartir dicha información con personas cercanas a ella.
Además, «el ciberdelincuente amenaza con utilizar sus supuestos conocimientos esotéricos en contra de la víctima y de sus allegados para que ceda a sus peticiones».
Graves riesgos
El P. Hugo Valdemar, quien ocupó el cargo de director de comunicaciones de la Arquidiócesis de México durante 15 años, compartió su perspectiva sobre este tema en una conversación con ACI Prensa.
En sus declaraciones, resaltó la importancia de que los católicos eviten involucrarse en prácticas esotéricas. Estas prácticas son incompatibles con la fe católica, no solo por su negación de la divinidad de Jesucristo, sino también porque transgreden el primer mandamiento de la ley divina: Amarás al Señor sobre todas las cosas.
Entre las manifestaciones más destacadas de esta actividad se encuentran la adivinación, la quiromancia, la interpretación de los signos del Zodíaco, el uso de piedras y la práctica de la magia, entre otras.
«El padre de todas estas prácticas supersticiosas, debe quedar muy claro, es el demonio, y al diablo lo definió Jesús como el 'mentiroso y homicida desde siempre'. De él sólo se puede esperar mentiras, embustes y muerte», advirtió el padre Hugo.
Luego de explicar que si un «brujo» tiene algún tipo de poderes es porque «provienen del demonio», precisó: «Las personas que acuden a ellos están, sin darse cuenta, abriendo las puertas al diablo, y por supuesto que les puede hacer favores, pero más tarde se los cobrará muy caro. El diablo siempre paga con traición, ruina y muerte».
ACI Prensa también consultó al sacerdote por qué el esoterismo resulta tan atractivo para algunas personas, a lo que él respondió que puede deberse a que «subsiste una mentalidad mágica, infantil e inmadura. Se pretende con ciertos ritos someter a la naturaleza y a Dios mismo a sus deseos. Es una anti-fe, porque la fe es ante todo hacer la voluntad de Dios, y no buscar, o peor todavía pretender que Dios haga la mía».
Y también aclara que las conciliaciones entre la devoción a los santos y cualquier tipo de prácticas esotéricas no son posibles: «No sólo no es compatible, sino que es blasfemo, es usar las cosas santas para fines inmorales y perversos. Es imposible mezclar lo santo con lo malvado, no se puede juntar a Dios y al diablo».
«Usar a los santos con este fin es perverso, inmoral y blasfemo. Pretende confundir a la gente ingenua pensando que, si usan a los santos, entonces es cosa buena, pero olvidan que el demonio se disfraza como ángel de luz», concluyó.