(Gaudium Press/La Croix) La Peregrinación Nacional de Lourdes conmemora sus 150 años. Este 15 de agosto, la misa de la Asunción de la Santísima Virgen fue presidida por el Nuncio Apostólico en Francia, Mons. Celestino Migliore. Ya en la tarde, el Padre Vincent Cabanac hizo mención a las cuestiones sobre el fin de la vida y la violencia urbana reciente. Más de 20.000 personas concurrieron al Santuario.
A las 5:10 p.m., después de haber dado una vuelta por la explanada, la procesión llegó frente a la Basílica del Rosario y los diferentes grupos de peregrinos se situaron en los lugares asignados. El promedio de edad al comienzo de la procesión fue baja: los padres con cochecitos y después los niños tomaron su lugar en la plaza. Enseguida los enfermos, acompañados por los camilleros de la Hospitalité Notre-Dame de Salut (Asistencia Nuestra Señora de la Salud).
Según informa Gaudium Press, con un reportaje de La Croix, la explanada se fue llenado progresivamente y el Santísimo Sacramento llegó a la plaza de la Basílica. El cortejo continuó al son de cantos entrecortados por la recitación de oraciones. La procesión eucarística terminó en la explanada, frente a la Basílica del Rosario.
Paulette lleva 25 años asistiendo a esta peregrinación
Paulette, una señora de 73 años, va a Lourdes desde 1998, hace 25 años. Para su familia, cuyos miembros están dispersos por el mundo, Lourdes es, junto con la Navidad, una ocasión única en la que todos se reúnen.
«En Lourdes, yo descubrí lo que representa concretamente la fe», comenta Jules, de 20 años, originario de Nîmes y voluntario en Notre-Dame-de-Salut. Jóvenes de su edad que estuvieron hace poco en la Jornada Mundial de la Juventud, en Lisboa, también fueron a la Peregrinación Nacional a servir como voluntarios en la ayuda a los enfermos que van a pedir a la Madre de Dios su sanación.
Cada año, durante la temporada alta, cerca de 30.000 peregrinos tamiles, provenientes en su mayoría de diásporas de Sri Lanka o de la India, llenan las plazas del Santuario de Lourdes. Para Lekeesha y Dilrukshi, quienes hicieron el viaje desde Italia, «es un sueño que se realiza».
En esta ocasión, el Padre Vincent Cabanac presidió la oración del Santo Rosario, que se lleva a cabo siempre desde la Gruta de Massabielle, donde la Santísima Virgen apareció a Santa Bernardita.
«La Iglesia y los cristianos tienen un papel que cumplir»
Después de la misa de la Asunción, el 15 de agosto también estuvo marcado en Lourdes por la tradicional «Oración por Francia y por el mundo», que tiene una resonancia particular este año, en un clima social y político tenso después de los disturbios urbanos recientes. La tradición de esta oración data de hace varios siglos.
El Padre Cabanac hizo alusión a la reciente violencia urbana que tuvo lugar en Francia: «La Iglesia y los cristianos tienen un papel que cumplir, ellos no son espectadores de esos acontecimientos. Nosotros podemos ser de aquellos que sanan y tranquilizan.»
«Es peligroso no hablar explícitamente de la eutanasia cuando la quieren poner en práctica.» Citando al Papa Francisco y su interpelación durante la JMJ en Lisboa («¿Hacia dónde navegas, Occidente? Con el rechazo a los ancianos, las alambradas y las cunas vacías…»), el Padre Vincent Cabanac comentó: «Esas palabras encuentran en nosotros un eco particular. El respeto por la vida se hace en cada etapa, desde el nacimiento hasta el final. Cuando se lleva a cabo un debate sobre el fin de la vida, es bueno hacer preguntas existenciales, y peligroso aguar el vocabulario para no hablar explícitamente de eutanasia cuando la quieren poner en práctica.»
Ucrania, una «locura asesina», provocada por «una agresión injustificada»
En la oración por el mundo, el Padre Vincent Cabanac recordó la situación internacional y principalmente la guerra en Ucrania: «No sabemos cómo detener esta locura asesina provocada por una agresión injustificada», insistió, antes de recordar que «ese no es el único lugar donde el desencadenamiento de la violencia parece justificar la continuación de la guerra».
«Por tanto, tenemos un papel que cumplir, nosotros, Europa y en particular Francia, como lo recordó el Papa Francisco en Lisboa», continuó. (…) «Somos conscientes de que debemos permitir que surjan en nuestro medio promotores de paz.»
Para el Padre Cabanac, Asuncionista Director de la Peregrinación Nacional de Lourdes, una de las fuerzas significativas de este encuentro reside en su aspecto unificador: todas las generaciones y condiciones sociales están en ella representadas, así como los enfermos y los más débiles, que constituyen una parte preponderante.
«No necesito tomar más medicamentos»: Sor Bernadette Moriau, de 70 años, curada milagrosamente en Lourdes
La Hermana Bernadette Moriau comentó su cura tres días después de una peregrinación a la ciudad marial de Lourdes, después de haber sufrido durante cerca de cuarenta años de una enfermedad de raíces lumbares y sacras, conocida bajo el nombre de «síndrome de la cola de caballo». Monseñor Jacques Benoît-Gonnin, Obispo de Beauvais, reconoció oficialmente el carácter «prodigioso-milagroso» de su cura en 2018.