Preocupación por posible expansión de leyes de suicidio asistido en Canadá para incluir enfermedades mentales
©Pexels, Karolina Grabowska

Canadá sigue avanzando en la pendiente resbaladiza

Preocupación por posible expansión de leyes de suicidio asistido en Canadá para incluir enfermedades mentales

Canadá, que legalizó el suicidio asistido en 2016, está en medio de una controversia por la posible ampliación de estas leyes para permitir el acceso a tratamientos terminales a personas que no padecen enfermedades fatales.

(GaudiumPress/InfoCatólica) Preocupaciones están surgiendo entre defensores de la salud mental y activistas Pro-Vida en Canadá, ante la perspectiva de ampliar las leyes sobre el suicidio asistido. Esta ampliación permitiría la búsqueda de tratamientos médicos terminales incluso en situaciones donde no exista una aflicción fatal.

En junio de 2016, Canadá dio luz verde a la legalización del suicidio asistido, limitándolo a adultos que enfrentaban enfermedades mortales irreversibles. Sin embargo, en 2021, el gobierno canadiense decidió postergar por dos años la posible extensión de estos servicios a personas con problemas de salud mental. La razón detrás de esta espera radica en la necesidad de evaluar cómo se podría administrar de manera segura la Atención Médica para Enfermos Terminales (MAiD, por sus siglas en inglés) en el contexto de enfermedades mentales.

A principios de este año, el gobierno tomó la decisión de extender aún más este plazo por un año adicional. Por lo tanto, será a mediados de marzo de 2024 cuando los ciudadanos canadienses que luchan contra enfermedades mentales podrán presentar solicitudes para acceder al suicidio asistido.

El debate se ha intensificado en Canadá ante la posibilidad inminente de permitir el suicidio asistido incluso en ausencia de una enfermedad terminal. Los críticos argumentan que esta ampliación de la ley posibilitaría que las personas soliciten y reciban asistencia para el suicidio, aún sin enfrentar una enfermedad que les amenace la vida de manera inminente.

Un informe de Reuters resaltó esta situación, al presentar el caso de Lisa Pauli, una canadiense de 47 años que ha revelado su intención de utilizar la próxima extensión de la legalidad del suicidio asistido en el país para poner fin a su propia vida. A pesar de no padecer una enfermedad terminal, Pauli ha luchado contra la anorexia durante una parte de su vida. Anticipando las próximas leyes, espera poder solicitar una dosis letal de medicamentos recetados por un médico para poner fin a su sufrimiento. «Estoy muy cansada. terminé», expresó Pauli en sus declaraciones a Reuters.

Jeff Gunnarson, líder de la Coalición conservadora de la Campaña por la Vida, está preocupado por la posible ampliación de las leyes de eutanasia en Canadá que permitirían el acceso a la ayuda médica para enfermos mentales y planea oponerse a cualquier iniciativa que facilite el acceso a la eutanasia a través de la llamada ayuda médica para enfermos terminales.

Según él, la MAiD permite que personas fuertes y sanas terminen con la vida de los vulnerables bajo la premisa de la autonomía. Christian Elia, director ejecutivo de la Liga Católica por los Derechos Civiles (CCRL), también se opone a esta tendencia y planea luchar contra la próxima política de salud mental que permitiría la extensión del suicidio asistido. La CCRL critica la falta de protección para médicos objetores de conciencia y destaca el liderazgo de la Iglesia Católica en la provisión de cuidados paliativos dignos en Canadá.

Elia aseguró tener «esperanza» en que la ley para los enfermos mentales no termine siendo aprobada. «Eso no pudo ser hecho hasta ahora», mencionó. «Tenemos esperanza. Ha habido un retroceso. El retroceso ya causó este aplazamiento».

Aunque algunos activistas que no han sido críticos con la MAiD están expresando su inquietud por su posible expansión para abarcar enfermedades mentales, otros están manifestando preocupación al respecto.

Lauren Clegg, integrante del Centro para la Adicción y la Enfermedad Mental en Toronto, ha destacado la preocupación pública expresada por este grupo sobre la intención del gobierno de permitir la MAiD para personas con enfermedad mental como única condición médica. El grupo busca respuestas de expertos sobre si la enfermedad mental puede ser considerada «grave e irremediable» para los propósitos de la MAiD, y qué criterios se usarían para determinar la irreversibilidad de la enfermedad mental.

«Los problemas principales en la actualidad son: a) la manera en la cual la terminalidad ha sido propuesta y el perjuicio que esto está causando, b) los criterios pobremente y mal definidos para paliativos y decisiones para terminar la vida, c) la ausencia completa de cómo la MAiD afecta desproporcionadamente a los más vulnerables en nuestra sociedad», dijo.

10 comentarios

Marta de Jesús
Los #católicos fieles# señalados como los nuevos enfermos mentales antisistema, en peligro. Dios nos está regalando el martirio encubierto. Algo he avanzado. No hace mucho lo expresaba en términos de petición. Dios nos puede estar pidiendo... En occidente no parece que vayan a reconocer hacerlo por odio a Cristo, aunque ésa es la verdad de fondo. De ahí el interés en desdibujarlo. Si nos empeñamos en ser cristianos deberíamos seguir al nuevo inventado. Eso o persecución. No sé si los últimos cristianos puedan siquiera, de seguir así, llamarse cristianos.

El orden más menos. Persecución encubierta con ayuda de tecnología. Deterioro de la salud física, y sobre todo mental. La que merece la pena cuidar es la espiritual. Precisamente la que menos se cuida hoy por hoy. Al carecer de pruebas, si hubiera quejas, lo podrán negar. Después regalazo de un cartel de enfermedad mental. De ahí al peligro de la noticia. #El regalo se llama humildad#, previa al regalo del Cielo. Mucha debe faltar en el mundo. Según vayan estando avisados, mejor. El primer golpe es el más duro.
12/08/23 6:43 PM
Cordá Lac
Bueno. ¿No es para partirse de risa?
Primero se critica lo de la extremaunción por aquello de que se asusta al receptor: "Huy, que viene es sacerdote. Llegó la hora..., la mala hora". Y la Iglesia se achanta y destierra la expresión, con lo que acepta la crítica (aunque ya sabemos que justifica el cambio de nombre). Y a continuación, los que criticaban la extremaución nos ofrecen las bondades del suicidio asistido. ¡Y todos contentos! Lo dicho. Para partirse.
12/08/23 9:33 PM
Esperanza
Y cómo no, si tienen semejante mandatario.
13/08/23 2:35 AM
maria
Este exterminio no lo podemos permitir.
El enfermo mental no sabe lo que hace.
Si no pueden firmar contratos, si no se les permiten legalmente muchos actos jurídicos, porque supuestamente no están en sus cabales.
¿Cómo se les puede permitir que decidan sobre su vida?
Son unos criminales quienes promueven este exterminio
Tanto hablar de Hitler y de Stalin.......
Nosotros tenemos que impedirlo con nuestra oración y también con nuestra rebelión y lucha
13/08/23 9:38 AM
Pedro de Madrid
Enfermo mental puede ser la persona completamente sana que simplemente resbala en el suelo y se daña la cabeza y a la inyección, impuesta por amorales
13/08/23 11:02 AM
Maximiiano
Ahora, mucha gente parece fascinada por asegurar el derecho a morir, por atentar, en nombre de la compasión y de la autodeterminación, contra el derecho primario a la vida, del que dependen todos los demás derechos humanos.

Saben que la vida, antes que ser un derecho, es un hecho, un fiat maravilloso de Dios. Que cada uno de nosotros esté vivo es un hecho que nunca podremos explicar, pero que hemos de afirmar. Conviene pensar en esto, porque vivimos como si la vida pudiera darse por supuesta. El Papa, en la Encíclica Evangelium vitae, habla de celebrar el evangelio de la vida. Un médico no puede, en un momento, pugnar con toda dedicación y empeño por rescatar una vida que está en una situación crítica y, en el momento siguiente, aplicar una inyección letal a un paciente que así se lo ha pedido. El derecho a morir, la posibilidad de legalizar la eutanasia o la ayuda médica al suicidio es un peligro demasiado próximo, demasiado mortal. No sólo para los pacientes que pudieran exigirlo, no sólo para los médicos que hubieran de ejecutarlo. Es un peligro mortal para la Medicina como profesión y para la sociedad entera. Algo tan dañino no puede ser un derecho.
13/08/23 11:47 AM
Seletotsira
Hay que ver cuanto progresamos !!
Cada vez más Sostenibles !!

Agenda Stánica 2030
13/08/23 1:06 PM
Mariano
Hay personas diagnosticadas como "enfermos mentales" que saben lo que hacen, aunque es posible que nadie les haya ayudado en su vida antes de que les diagnosticaron. Lo malo viene después cuando el Estado tiene bajo su responsabilidad a estos antiguos diagnosticados y no sabe o no quiere curarles, a veces con la imposición de un o una juez para que sigan drogados. De hecho, conozco personas tratadas como enfermos mentales, y por lo que conozco son mejores cristianos en práctica religiosa por lo que veo que muchos otros que no practican su religión y a veces son los que no harían nada por curarles o simplemente por saber si están mejor aunque no tengan síntomas de ninguna enfermedad mental desde hace más de una década.
13/08/23 1:12 PM
PEDRO
La vida de un no nacido, al igual que la vida de los nacidos, son ambos derechos inalienables. El hombre no puede inventar ni un sólo pensamiento sino cuenta con la energía que le da DIOS, y menos por tanto para la realidad le concede su Providencia al tiempo que es la única medida de la vida o de la muerte, poder al cual el ser humano no tiene acceso. Y si el ser humano mata a un no nacido como a un ser vivo, en ambos, antes de su muerte natural, esta utilizando la energía de DIOS o el BIEN para el mal. Y por ello sera juzgado ante el Tribunal de DIOS de forma inapelable.
13/08/23 2:46 PM
Mariano
El tratamiento dado a algunos antiguos diagnosticados como enfermos mentales en algunos casos es doloroso e indefinido, sin caridad, cuando hay algunos que sabrían tomar los fármacos sin necesidad de inyectables, lo que presupone una supuesta incapacidad del paciente que es falsa ya que hay otros modos de administración no dolorosos mientras fuera necesario el fármaco y una incapacidad de médicos, jueces, etc. para confiar en algunos pacientes y para escucharles. Y algunos pacientes son hijos de Dios. Además, Jesús resucitado dijo cómo curarles (Mc 16,18), pero si no creen, ni curarían ni se salvarían (Mc 16,16).
13/08/23 7:00 PM

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