(Agencias) El domingo 6 de agosto, por la mañana, el Papa se trasladó desde la Nunciatura al Parque Tejo, donde tendría lugar la misa conclusiva de la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa.
El Papa llegó hacia las 9 de la mañana y apenas entró en el parque comenzó las rondas en el papamóvil. A continuación, Francisco presidió la concelebración eucarística en la que participaron 1 millón y medio de personas según los organizadores y que también fue concelebrada con 700 obispos y 10.000 sacerdotes.
Luz que reconforta cuando llega la oscuridad
Francisco condensó la experiencia y el legado de Lisboa 2023 con tres verbos: «resplandecer, escuchar, no tener miedo». El Evangelio de la liturgia del día, el pasaje de la Transfiguración, orienta la reflexión y sugiere las imágenes adecuadas.
Atención a los egoísmos encubiertos
Francisco continuó diciendo que nos convertimos en luz no «cuando mostramos una imagen perfecta bajo los reflectores», sino que «brillamos cuando, acogiendo a Jesús, aprendemos a amar como Él».
«Escúchenlo. Escuchar a Jesús, todo secreto está ahí. Escuchás qué te dice Jesús. ‘Yo no sé qué me dice’. Agarrá el Evangelio y leé lo que dice Jesús y lo que dice en tu corazón». Él nos enseña el camino del amor, escuchálo a Jesús. Porque, por ahí nosotros con buena voluntad emprendemos caminos que parecen ser del amor, pero en definitiva son egoísmos disfrazados de amor. Tené cuidado con los egoísmos disfrazados de amor».
Ustedes que luchan por la paz, ¡no teman!
El tercer verbo, «no temer», es aquel con el que Jesús, recuerda Francisco, tranquiliza a los discípulos en el Tabor, conmocionados por el acontecimiento de la Transfiguración y la voz que oyeron venir del cielo. Después de la «gloria» de la JMJ, es el paralelo del Papa, podría invadirles el «pesimismo». Y es aquí donde Francisco hace suyas las palabras de Jesús para devolvérselas a quienes tendrán en sus manos el mañana del planeta:
A ustedes, jóvenes, que quieren cambiar el mundo, y está bien que quieran cambiar el mundo y que quieran luchar por la justicia y la paz; a ustedes, jóvenes, que le ponen ganas y creatividad a la vida, pero que les parece que no es suficiente; a ustedes, jóvenes, que la Iglesia y el mundo necesitan como la tierra, necesita la lluvia; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús hoy les dice: «No tengan miedo». «No tengan miedo».
Próxima JMJ en Corea del Sur
Al final de la Misa, después de un saludo del Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Mons. Kevin Joseph Farrell, el Santo Padre entregó las cruces de la JMJ a los representantes de los jóvenes de los cinco continentes y anunció la sede y el año de la próxima JMJ que se realizará en 2027 en Seúl (Corea del Sur), en Asia.
El Papa también citó a los jóvenes de todo el mundo en 2025 en Roma: «¡Para celebrar juntos el Jubileo de los Jóvenes!».
Antes del rezo del Ángelus, el Papa dirigió unas palabras de saludo a los jóvenes y peregrinos presentes. Tras la bendición final, regresará en coche a la Nunciatura Apostólica en Lisboa, donde almuerza en privado.