(ACIPrensa/InfoCatólica) El próximo viernes 4 de agosto, el movimiento Acción Dale Vida Nicaragua convoca a todos los fieles a unirse a la campaña «Eucaristía para Monseñor Rolando Álvarez» para conmemorar el primer aniversario de su secuestro por la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua. Durante este evento, se busca expresar solidaridad con Monseñor Álvarez, quien recibió una condena completamente injusta de 26 años y 4 meses de prisión.
El movimiento explicó mediante un comunicado: «El objetivo de esta campaña es, principalmente, invitar al pueblo nicaragüense a mostrar su apoyo y exigir que se permita a Mons. Rolando Álvarez recibir la Comunión y celebrar la Eucaristía, ya que este 4 de agosto marca un año desde que no ha podido realizar estos actos sagrados».
Asimismo, aclararon que mantienen 3 metas en concreto: «Hacer viral esta demanda en las redes sociales», «llamar a la participación activa y pacífica del pueblo nicaragüense creyente para unirse en comunión y oración este 4 de agosto» y «promover la programación de la campaña en las redes sociales».
La nota también explica de qué trata Acción Dale Vida Nicaragua: «Es un movimiento ciudadano patriota integrado por nicaragüenses cristianos exiliados en diferentes países» que buscan «ser la fuerza unida que transforma Nicaragua en una nación democrática, justa y próspera, guiados por los principios de la fe cristiana».
¿Cómo llegó a esto el Mons. Rolando Álvarez?
El 4 de agosto de 2022, un acontecimiento trágico marcó la vida de Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, cuando fue retenido en contra de su voluntad por la dictadura. Desde entonces, ha sido privado de su libertad en un secuestro que ha conmocionado a muchos.
Posteriormente, el 10 de febrero de 2023, sufrió una sentencia injusta de 26 años y 4 meses de prisión, acusado de ser un «traidor a la patria» por negarse a ser incluido entre los ex presos políticos que fueron despojados de su nacionalidad y deportados a Estados Unidos.
Aunque en julio se le permitió salir temporalmente de la cárcel «La Modelo», continuó bajo custodia policial. Desafortunadamente, las esperanzas de una liberación definitiva se desvanecieron, y Mons. Álvarez fue obligado a regresar a prisión, donde sigue cumpliendo su injusta condena.