(Crux/InfoCatólica) El destino de ese proyecto, como el de muchas otras obras de arte del sacerdote abusador, pende ahora de un hilo.
Inaugurado el año pasado, el primero de los mosaicos masivos tiene una superficie de 43.000 pies cuadrados. Las obras en otra fachada avanzan, mientras que en las restantes aún se espera el inicio de las obras.
Pero todo tuvo que suspenderse. En febrero, los jesuitas prohibieron a Rupnik continuar su labor artística. Con su destitución, el santuario de Aparecida ha estado «esperando la orientación de la Iglesia para decidir» cómo concluirá la obra.
Según los conocedores del asunto, los administradores del santuario, miembros de la orden de los Redentoristas, se encuentran ante una situación compleja.
El último proyecto artístico de la basílica había sido creado por Claudio Pastro, un artista religioso de renombre internacional que combinaba la inspiración bizantina con expresiones populares brasileñas. Falleció en 2016.