(Iglesia.cl/InfoCatólica) El fuego destruyó en su totalidad la capilla, de más de seis décadas y que años atrás cobijó a niños y niñas del sector rural, como lugar de escuela, provocando mucha tristeza y pesar en la comunidad, que «lamenta una destrucción de estos santos lugares de oración para nuestra gente, nuestro pueblo».
El obispo diocesano, ha mantenido permanente comunicación con el párroco y su comunidad, expresando su solidaridad y oración de parte de toda la Diócesis, reiterando, una vez más, el llamado al diálogo para la PAZ de todos los que habitan estas tierras de La Araucanía. Además, lamentó la destrucción de una posta rural, una escuela y vehículos.
Tras hacer un llamado de conciliación, se hizo eco de la plegaria de San Francisco de Asís, que dice:
«Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio siembre yo amor; donde haya ofensa, perdón; donde hay duda, fe; donde hay desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, alegría». Por eso reiteramos la paz y la unidad de nuestro pueblo, entre las personas y comunidades, a nuestros hermanos y hermanas que son hijos e hijas de esta tierra, son una tarea que a todos nos debe convocar.
Seguimos orando por nuestra gente, nuestra tierra, nuestra sangre e invocamos a San José, Patrono de la Diócesis, su protección para todos y todas.