(Kath/InfoCatólica) El diario romano «Il Messaggero» informaba ayer, citando a un alto cardenal de la Curia, de que en el Vaticano crecía la preocupación por un cisma en Alemania. Por ello, el Papa quería iniciar un diálogo con los obispos alemanes para que esta «bomba» se fuera desactivando poco a poco.
«Incluso la palabra 'cisma'» ha sido «evitada en documentos y reuniones», así como en el comunicado final, a la hora de «describir lo que está sucediendo». El objetivo es «no empeorar las relaciones con el episcopado alemán».
En general, la «estrategia puesta en marcha por el Papa» consiste en «iniciar un diálogo paralelo con los alemanes con la esperanza» de «encontrar un punto de síntesis y una desactivación gradual de la bomba».