(Vatican.news/InfoCatólica) «Llevo varios años pensando en esto. El mundo está cambiando mucho»: así maduró el hermano Alois, prior de la Comunidad Monástica Ecuménica de Taizé desde hace 18 años, su decisión de dejar la dirección de la realidad fundada por el hermano Roger, asesinado el 16 de agosto de 2005, durante la oración de la tarde, por una mujer trastornada.
A Vatican News, el monje de origen alemán explica que hay varios «hermanos jóvenes en la comunidad que entraron y no conocían al hermano Roger». «Estamos entrando -observa – en una nueva fase de la comunidad. Hace dos años hablé de ello con todos los hermanos durante una reunión del Consejo. Y para marcar esta nueva etapa, les dije que también sería bueno cambiar de prior».
Asumirá la dirección de la comunidad de Taizé el hermano Matthew, nacido Andrew Thorpe, de 58 años, como anunció el propio hermano Alois en una nota oficial el 23 de julio. El cambio tendrá lugar el 3 de diciembre, primer domingo de Adviento.
¿Les ha sorprendido este anuncio a los hermanos de Taizé?
Ha sido un poco inesperado para ellos, sobre todo porque no hay urgencia. Pero pensé que era importante hacer este cambio en este momento. He sido el primer prior, después del fundador, el hermano Roger, en pasar el testigo. Es importante hacerlo sin presiones. Los hermanos lo entendieron muy bien. Les consulté y nombré, tal y como establecen nuestras reglas, al hermano Matthew como nuevo prior.
Usted se convirtió en prior en circunstancias dramáticas. Recuerda el asesinato del hermano Roger que conmovió al mundo, el 16 de agosto de 2005, era una situación de emergencia. ¿Entrará hoy la comunidad, después de su fundador, después de su primer sucesor, en una dinámica, como hacen muchas comunidades, de cambios en la cúpula?
No tenemos un límite de tiempo para este ministerio, ni un límite de edad. Pero esta es una cuestión que surgirá en el futuro. La cuestión más profunda es cómo podemos avanzar hacia una mayor corresponsabilidad de todos los hermanos para tomar juntos decisiones importantes. Nuestro fundador, el hermano Roger, tuvo profundas intuiciones que hemos seguido. Nos dejó un legado vivo: relaciones fraternas entre nosotros. Ahora, para este nuevo periodo, se trata también de preguntarnos: ¿existen las estructuras necesarias dentro de la comunidad para aunar aún más esta corresponsabilidad de todos los hermanos? Sentimos que debemos vivir más la sinodalidad dentro de nuestra comunidad.
¿Con qué se queda de estos 18 años como prior de la Comunidad Ecuménica de Taizé?
Siento una gran gratitud. Siento que hemos sido realmente guiados tras la muerte del hermano Roger. Que hemos sido guiados en una continuidad. Estamos muy agradecidos y muy estimulados por la continua presencia y venida de jóvenes aquí. Esto demuestra que aquí encuentran una fuente, y en cierto modo esto va más allá de nosotros. Todo lo que los jóvenes encuentran aquí nos llama a ser muy responsables y atentos con las nuevas generaciones.