(Aica/InfoCatólica) Según la activista católica y abogada Martha Patricia Molina, el fondo establecido por la Conferencia Episcopal Nicaragüense (CEN) hace dos décadas tiene una cuenta bancaria inactiva, lo que imposibilita el pago de pensiones a los sacerdotes católicos mayores de 65 años.
Molina precisó que «la Iglesia perseguida en Nicaragua» volvió a ser blanco de la dictadura hostil de Daniel Ortega, al explicar que «el fondo nacional del seguro sacerdotal es una institución que se creó hace más de 20 años por la CEN, pensando en un fondo de retiro para sacerdotes. No es propiamente un seguro porque no cubre temas de salud, ni otros temas de Seguridad Social. Está pensado como un fondo de retiro».
Este fondo de retiro se alimenta con aportes de 150 dólares anuales de los sacerdotes activos, parroquias e instituciones eclesiásticas, además de lo recaudado en una colecta que se realiza en las distintas iglesias del país cada Miércoles de Ceniza.
Molina explicó que tuvo reportes de sacerdotes retirados que quisieron hacer uso del fondo y fueron notificados de que este dinero se encontraba bloqueado. La CEN todavía no se pronunció oficialmente sobre esta situación.
De este fondo, se destina una pensión de 300 dólares para los sacerdotes de 75 años o más, y 150 dólares para los sacerdotes que tengan o superen los 65 años.
«Este fondo funcionó desde hace más de 20 años sin ninguna complicación. Entre las últimas medidas nefastas de la dictadura en contra de las cuentas de la Iglesia católica, se ha inhabilitado este fondo, de tal manera que los sacerdotes mayores no están pudiendo cobrar sus pensiones. Esto es una de las condiciones más dramáticas de la actual situación», añadió la abogada.
La Iglesia católica no ha divulgado todavía datos sobre la cantidad de sacerdotes retirados en el país, que serían los afectados directos por esta nueva arbitrariedad de la dictadura.