(ACIPrensa/InfoCatólica) Inicia el tour internacional del primer cuerpo hiperrealista de Cristo basado en la Sábana Santa, después de su exitosa exhibición en España. La escultura, conocida como «The Mystery Man», viajará a diferentes destinos alrededor del mundo, comenzando por la ciudad italiana de Chioggia (Venecia) hasta enero de 2024.
Realizada en látex y silicona, esta figura detalla minuciosamente las heridas sufridas por Jesús durante su Pasión. La postura de la escultura, que pesa alrededor de 75 kilos, refleja el rigor mortis experimentado por el cuerpo de Cristo, con las piernas ligeramente encorvadas y las manos cruzadas sobre el pubis. Cada detalle del cuerpo del hombre de la Sábana Santa es visible en esta impresionante obra de arte.
Cada centímetro de esta escultura está cubierto con cabello humano, proporcionando un realismo asombroso desde la cabeza hasta los pies. Desde su apertura en octubre pasado en Salamanca, España, y su posterior exhibición en Guadix, cientos de miles de personas han acudido a contemplarla. El plan es llevar esta escultura a diferentes lugares sagrados alrededor del mundo durante las próximas dos décadas, permitiendo que más personas experimenten su poderosa presencia.
Los preparativos para recibir esta escultura en la ciudad del Véneto están en su fase final, según comentó Francisco Moya, director ejecutivo de ArtiSplendore, la organización detrás de este proyecto.
La figura fue transportada hasta Italia «con 3 trailers y el día anterior a la inauguración se llevará en una furgoneta».
Moya asegura que lo más importante es «que tenga una buena acogida», pues «no se trata de una exposición de arte ni de historia, es algo muy peculiar que requiere un ambiente peregrino».
Además, destacó que la escultura es solicitada en numerosos lugares del mundo, entre ellos, Estados Unidos y Latinoamérica.
«También nos gustaría que fuera al Jubileo de Roma en 2025 e incluso a África, pero depende de las circunstancias. Ahora no podemos confirmar nada con certeza. Lo importante es que siga su camino y que sea bien tratada y acogida», concluye Moya.