(Aica/InfoCatólica) «La Santa Sede comparte el deseo de la familia de llegar a la verdad de los hechos y, para ello, espera que se exploren todas las hipótesis de investigación», afirmó el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, en respuesta a las noticias aparecidas en la prensa en los últimos días acerca de la investigación en curso sobre la desaparición de Emanuela Orlandi, la hija de un empleado del Vaticano desaparecida en junio de 1983, por la que se abrió un nuevo expediente el pasado mes de enero.
El portavoz vaticano emitió una nota en la que explicaba que, «precisamente en este espíritu, el pasado 19 de abril, los magistrados vaticanos entregaron confidencialmente a Italia, amparados por el secreto de la investigación, la documentación disponible relativa al caso, incluida la recogida en los meses anteriores durante la actividad investigadora».
«La Santa Sede comparte el deseo de la familia de llegar a la verdad de los hechos y, para ello, espera que se exploren todas las hipótesis de la investigación», añade la nota. Pero, además, se especifica que, respecto a las noticias de estos últimos días en las que se involucraba a un tío de Emanuela, «cabe señalar que la correspondencia en cuestión indica expresamente que no ha habido violación del secreto sacramental de la confesión».
El informativo de la televisión italiana «La7» anunció una «exclusiva» hace unos días, relacionada con que, entre los documentos entregados por el fiscal del Vaticano, Alessandro Diddi, a sus colegas romanos emerge «una nueva hipótesis», con un «tío» integrante de la familia Orlandi como sospechoso.
«En 1978, trabajábamos juntos y mi tío hizo unos simples cortejos verbales, como pequeños regalos, pero cuando entendió que no tenía posibilidad se detuvo. Solo se lo conté a mi novio Andrea, hoy mi esposo, y a mi padre confesor», afirmó.
En concreto, según esas informaciones, el tío de Emanuela, Mario Meneguzzi, ya fallecido, pudo haber «molestado sexualmente» a la hermana de la desaparecida, Natalina Orlandi, un dato que el fiscal vaticano supuestamente conoció al tener una correspondencia de la época entre el cardenal Agostino Casaroli (entonces secretario de Estado del Vaticano) y el confesor de la familia Orlandi.
Pietro Orlandi, hermano de la joven desaparecida y quien encabeza la lucha de la familia por conocer la verdad, expresó en una rueda de prensa este martes su enfado por haberse «filtrado un secreto de confesión», al tiempo que aclaró además que, el día en que Emanuela desapareció, su tío estaba de vacaciones. Mientras que Natalina Orlandi, por su lado, explicó que por parte de su tío hubo sólo algunas «insinuaciones verbales» que no pasaron de esto, pero que sí se lo había contado a su confesor.
Ante estas informaciones, el Vaticano negó hoy que se hubiera violado el secreto de confesión, pero sin dar detalles sobre las declaraciones del sacerdote confesor de la familia Orlandi.