(Aica/InfoCatólica) En la homilía, el purpurado aseguró que se reciben gracias por la intercesión del santo:
«Nos ha congregado en esta tarde la memoria de San Benito Abad. Muchos vienen a la comunidad y otros lo visitan como un santuario porque San Benito también desparrama gracias materiales y espirituales a aquellos que lo invocan».
«Pero», continuó, «no es el único motivo por el cual nosotros estamos aquí. Hay un motivo más profundo todavía y tiene que ver con el ardiente deseo de Jesús de encontrarse con cada uno de nosotros. Es el amor de Dios, amor volcánico, fuego, continuo y que nos busca y congrega. Ese es el verdadero motivo». «En ese contexto del amor de Dios celebramos la vida, la obra y la santidad de este hijo de la Iglesia», agregó
Este hombre de Dios, dijo, «nos ha dejado en esa frase ‘anteponer el amor de Dios a cualquier otra cosa’, en el Kerygma de su vida, un caminito espiritual. Lo que San Benito nos hizo heredar en su espiritualidad se resume a esto, lo que Jesús va a sintetizar con el mandamiento nuevo del amor; amor a Dios y su palabra, amor a los hermanos, cumpliendo los mandamientos que siempre están referidos a Dios, a su amor y al amor del semejante».
«San Benito hoy nos invita de vuelta a contemplar estas cosas. Es cierto que él se retiró para tener una vida contemplativa y nosotros no podemos vivir una vida de anacoreta o de monje, pero la regla de San Benito no está hecha solamente para los monjes, es de una gran sabiduría para el pueblo y esta frase es para que la vivan todos los bautizados y aprendamos a que Dios siempre primero y no anteponer nada a él», señaló.
Además, destacó que «San Benito entendió que Dios es el eterno paciente. El Dios de Benito es un Dios que quiere ser amado y por eso su lema «Ora et labora» (ora y trabaja) .
Finalmente, exhortó a los fieles:
«Pidámosle a San Benito en esta Eucaristía gracias espirituales y materiales, pero pidamos esto también, tener esta frase como consigna, siempre Dios, buscarlo a él, él que es mi creador, él que siempre está a mi lado y me acompaña, él que siempre me atrae. Dejemos que nos lleve de la mano».