(GaudiumPress/InfoCatólica) Esta misma semana hemos tenido noticias de la liberación de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa en Nicaragua, quien se encuentra detenido sin justificación valedera por el gobierno de Daniel Ortega. Luego informaron que, ante la negativa de abandonar su país sin haber cometido ningún delito, el gobierno regreso a la cárcel al obispo.
Toda esta situación además de otros abusos, expropiaciones de bienes y cierre de instituciones benéficas católicas y otras internacionales como la Cruz Roja, ha centrado la atención del mundo entero en Nicaragua.
El representante a la cámara americana por el partido republicano, Chris Smith, ha pedido al gobierno nuevamente que se permita visitar a monseñor Álvarez en su prisión y también ha insistido en la liberación de la Iglesia en Nicaragua.
Así lo ha expresado públicamente en un comunicado difundido ayer, donde dice que se encuentra «muy preocupado por la seguridad y el bienestar del Obispo Rolando José Álvarez, en medio de informes inconsistentes sobre su situación en Nicaragua».
«El obispo Álvarez es un compasivo y honorable servidor del pueblo de Dios que continúa defendiendo con tanta valentía y desinterés a otras víctimas inocentes que también están siendo perseguidas por el brutal régimen de Ortega, incluidos sus hermanos sacerdotes que siguen encarcelados».
El congresista ha solicitado en audiencia al congreso de los Estado Unidos que presione para que sean reconocidos los derechos de las víctimas apresadas injustamente por dicho régimen y solicita la liberación de «todos los otros religiosos y prisioneros políticos que están injustamente encarcelados».
El canal de noticias 110% Noticias informa que el gobierno nicaragüense ha ordenado el cobro de «Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a parroquias y templos evangélicos a partir de este año 2023». Todas aquellas instituciones que no paguen serán embargadas.
Desde el año 1995 se encontraban exentas del pago por un decreto del ejecutivo nacional, hasta ahora. Las parroquias, así como otras instituciones que viven de la caridad de los feligreses no cuentan con los medios necesarios para pagar dichos impuestos y menos en la condición política que atraviesa Nicaragua gracias al mismo gobierno.
«No van a embargar las imágenes o sea los santos, se van a llevar los sonidos y hasta las escrituras de los templos, pues el fin no es solo embargar, también es ahogarnos económicamente», fue la opinión de un sacerdote que por razones obvias pidió el anonimato.