(ACN/InfoCatólica) Recientemente se ha registrado una serie de incidentes de agresiones y actos intimidatorios por parte de extremistas judíos hacia iglesias y lugares sagrados cristianos en Tierra Santa. Estos sucesos han ido en aumento desde la asunción del nuevo gobierno israelí, liderado por Benjamín Netanyahu y respaldado por grupos religiosos ultranacionalistas, quienes han promovido una retórica hostil hacia la comunidad árabe.
Unos meses atrás, Monseñor Pierbattista Pizzabela, patriarca católico latino de Jerusalén, alzó su voz en público para denunciar la postura del gobierno israelí, acusándolo de fomentar el odio de los extremistas judíos hacia los cristianos de Tierra Santa, lo cual ha llevado a empeorar gravemente sus condiciones de vida.
Desde la llegada del nuevo gobierno de extrema derecha, los ataques han aumentado significativamente. Los extremistas se sienten respaldados por sus líderes políticos y se sienten más audaces gracias al apoyo directo o indirecto de las autoridades. Así lo ha asegurado Yusef Daher, secretario ejecutivo del Centro Interreligioso de Jerusalén (JIC). Además, Daher ha destacado que los ataques contra los cristianos rara vez son perseguidos por la policía, y ha resaltado la presión que han sentido los cristianos para abandonar sus propiedades y marcharse.
Durante los últimos meses, los barrios cristianos de Jerusalén han sido escenario de una serie de actos violentos dirigidos hacia personas y lugares de culto. Se han reportado casos de ventanas rotas, pintadas en las paredes, clérigos, monjas y peregrinos escupidos, negocios destrozados y profanaciones de tumbas. Desde enero, se han registrado un mínimo de once ataques graves, casi el doble de los ocurridos durante todo el año pasado, según información del Centro Interreligioso de Jerusalén (JIC).
Sin embargo, según esta organización, estos datos solo consideran los daños a la propiedad y las agresiones físicas, ya que los actos cotidianos de escupitajos e insultos en la Ciudad Santa son innumerables.