(LSN/InfoCatólica) El 6 de junio, el presidente del Parlamento de Ghana envió una carta a los miembros republicanos y demócratas tanto de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos como del Senado. Los 129 líderes que firmaron la carta representan a 15 países africanos y solicitaron que el Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR, por sus siglas en inglés) sea «respetuoso con nuestras creencias» en cuanto a la sacralidad de la vida en el útero y abandone la financiación del aborto.
«Al buscar ahora la reautorización de la financiación de PEPFAR, queremos expresar nuestras preocupaciones y sospechas de que esta financiación está respaldando la llamada planificación familiar y los principios y prácticas de salud reproductiva, incluido el aborto, que violan nuestras creencias fundamentales sobre la vida, la familia y la religión», dice la carta. «Pedimos que PEPFAR se mantenga fiel a su misión original y respete nuestras normas, tradiciones y valores».
Los líderes especificaron además su deseo de asegurarse de que el gobierno de Estados Unidos «no promueva ideas y prácticas controvertidas que no sean compatibles con las de África».
«Agradecemos al pueblo estadounidense por su extraordinaria generosidad y solidaridad con nosotros y pedimos que se escuchen y reconozcan nuestras voces y que nuestras creencias sean protegidas en la programación futura de PEPFAR», concluye la carta.
PEPFAR fue autorizado inicialmente por el gobierno de Estados Unidos en 2003, cuando promovía «abstinencia, fidelidad y uso de preservativos para prevenir la propagación del VIH/SIDA» y requería que los grupos que recibían financiación se comprometieran «a no promover la despenalización de la prostitución», según señala el Centro para la Familia y los Derechos Humanos (C-Fam). Es «el programa de salud global más grande en el presupuesto de asistencia extranjera de Estados Unidos» y recibe cinco mil millones de dólares anualmente.
De la prevención del VIH/SIDA a la imposiciòn de la anticoncepción y el aborto
C-Fam denunció que uno de los programas de PEPFAR que cada vez más integra los el interés en la promoción del aborto con los programas sobre VIH/SIDA es la iniciativa público-privada dirigida a las niñas adolescentes llamada DREAMS (Determinadas, Resilientes, Empoderadas, Libres de SIDA, Mentorizadas y Seguras)». «Desde 2014, se han enviado más de mil millones de dólares a programas de DREAMS en 16 países africanos».
Se proporcionaron los llamados «servicios de salud sexual y reproductiva», terminología genérica que la administración Biden utiliza sistemáticamente para incluir el aborto, a niñas de 12 a 14 años en Malawi. Según el sitio web del gobierno, DREAMS busca «empoderar a las niñas adolescentes y mujeres jóvenes y reducir el riesgo de VIH a través de una atención de salud reproductiva amigable para las jóvenes».
Además, el programa se compromete a proporcionar «mejor acceso a una atención de salud sexual y reproductiva sensible a los jóvenes, incluido un acceso equitativo a la anticoncepción».
La administración Biden ha presionado repetidamente para imponer su agenda abortista a naciones que defienden a los no nacidos. En febrero, LifeSiteNews informó que el gobierno de Estados Unidos presionó al pequeño país de Benin para que abandonara sus valores pro-vida y retirara su apoyo al Consenso de Ginebra, que declara que no existe un «derecho» internacional al aborto.
Los africanos han manifestado quejas similares sobre el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el intento de su país de imponer el aborto en su cultura.