(Asianews/InfoCatólica) Extrema preocupación por una decisión que califican de «horrible» y de graves consecuencias. Las Naciones Unidas no ocultan sus temores y sus críticas ante el anuncio de los gobernantes talibanes de Kabul, que tienen la intención de prohibir a los grupos internacionales activos en el sector de la educación en Afganistán. De llevarse a cabo, supondría un duro golpe tanto para la educación en el país, de la que las niñas están en gran medida excluidas, como para el tercer sector, el activismo y la libertad de las mujeres, ya privadas de la posibilidad de trabajar con organizaciones no gubernamentales extranjeras.
El portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric, subrayó que «en caso de que se aplique», esta ley «será otro horrible paso atrás para el pueblo de Afganistán y especialmente para las mujeres y las niñas». «Nuestros colegas en Kabul -añadió el experto de la ONU- están hablando con las autoridades. Estamos intentando averiguar qué planean exactamente, pero no tenemos nada oficial«. Toda persona tiene derecho a la educación y queremos asegurarnos de que los niños y jóvenes adultos puedan acceder a ella», concluyó.
De aprobarse, sería la última de una serie de restricciones aplicadas por los estudiantes coránicos desde su regreso al poder, sin olvidar el decreto de diciembre de 2022 que prohibió que las mujeres trabajen en organizaciones no gubernamentales. A pesar de las promesas iniciales, los talibanes fueron reduciendo progresivamente los derechos humanos y las libertades civiles que tanto había costado conquistar en los últimos años, afectando sobre todo al universo rosa, que «desaparece cada vez más» de la vida pública. Miles perdieron su empleo o se vieron obligadas a dimitir de las instituciones gubernamentales y del sector privado.
El mundo escolar y la educación femenina han sido durante mucho tiempo un tema delicado en el Afganistán talibán. En los últimos días, siguiendo la estela de lo que ocurrió varias veces también en el vecino Irán, unas 80 niñas fueron envenenadas y hospitalizadas en dos atentados diferentes perpetrados dentro de escuelas primarias de la provincia de Sar-e-Pul, en el norte del país. Mohammad Rahmani, del departamento provincial de educación de Sangcharak, señaló que el hecho afectó a 60 alumnas en la escuela de Naswan-e-Kabod Aab y otras 17 en la de Naswan-e-Faizabad.
Además, añadió que el autor del envenenamiento, cuya identidad sigue siendo desconocida, guardaría un «rencor personal» contra las instituciones. Se trata del primer caso desde que los talibanes volvieron al poder en agosto de 2021 e iniciaron su política de represión de los derechos y libertades de las mujeres en particular, tanto jóvenes como adultas. Las niñas tienen prohibido estudiar después de sexto grado, incluida la universidad, y las mujeres tienen prohibido acceder a la mayoría de los trabajos y espacios públicos.