(ACN/InfoCatólica) Tal y como informó Vida Nueva, hace ya varios días que tres de las nueve diócesis nicaragüenses han tenido problemas para hacer movimientos bancarios en sus cuentas por lo que temían que el gobierno las hubiera congelado, como parte del hostigamiento que ha sufrido la Iglesia desde el 2018, luego de respaldar las protestas sociales en torno a una reforma legislativa al Sistema de Salud.
La tarde del pasado sábado, a través de un comunicado, el gobierno de Nicaragua confirmó los hechos, y anunció que han iniciado investigaciones contra la Iglesia por supuestos actos ilícitos y lavado de dinero, con lo cual estarían involucrados los tres sacerdotes detenidos en la última semana.
La Policía Nacional de Nicaragua dijo haber encontrado «centenares de miles de dólares escondidos en bolsas» en las instalaciones de diversas diócesis católicas, que habrían sido sustraídos de cuentas bancarias que por ley debían estar congeladas por haber pertenecido a personas acusadas de ‘traición a la patria‘.
La Iglesia debe informar sobre los movimientos bancarios
Además de la sustracción de recursos de cuentas congeladas se investigan otros ilícitos, ·»como parte de una red de lavado de dinero que se ha descubierto en diócesis de distintos departamentos del país», así como algunos movimientos delictivos de fondos que han ingresado a Nicaragua de forma irregular.
Según el comunicado, la Fiscalía General de la República, la Superintendencia de Bancos y la Unidad de Análisis Financiero de la Policía ya trabajan en conjunto para «ubicar y cancelar los actos ilícitos cometidos por personas vinculadas a las diócesis».
En este contexto, la Superintendencia de Bancos ha solicitado a la Conferencia Episcopal de Nicaragua, así como al cardenal Leopoldo José Brenes, arzobispo de Managua, presentar documentos que muestren «los movimientos de las cuentas bancarias de las diócesis».
Según información de medios locales, hasta el momento se ha confirmado la congelación de cuentas bancarias de tres de las nueve diócesis: arquidiócesis de Managua, diócesis de Matagalpa y diócesis de Estelí, estas últimas a cargo del obispo Rolando Álvarez, la primera como obispo ordinario y la segunda como administrador apostólico.