(Ecclesia/InfoCatólica) «La caridad se recibe del Corazón de Cristo. Valladolid, que tiene como patrono a San Pedro Regalado, goza del regalo de una singular presencia del Corazón de Jesús desde que mostró el tesoro escondido de su amor misericordioso a Bernardo Francisco de Hoyos un 14 de mayo de 1733. Os anuncio que, con permiso de la Santa Sede, mañana firmaré el Decreto por el que anuncio un año jubilar del Corazón de Jesús desde el próximo día 16 de junio Solemnidad del Corazón de Jesús hasta la misma festividad del año 2024. El Reinado prometido por Jesús nos llena de esperanza para entregar nuestra vida por la Verdad, la Justicia y la Paz». Con estas palabras se ha expresado el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, al concluir la homilía de San Pedro Regalado patrón de la ciudad pucelana.
El prelado ha indicado que el Santo Padre, a través de la Penitenciaría Apostólica, ha concedido a la diócesis de Valladolid un año jubilar, solicitado por el propio prelado por el centenario de la entronización del Sagrado Corazón de Jesús en la torre de la Catedral.
Se da la circunstancia, además, de que Valladolid es uno de los referentes mundiales de la devoción al Corazón de Jesús, ya que el 14 de mayo de 1733, el beato Bernardo Francisco de Hoyos, recibió del Corazón de Jesús la Gran Promesa: «reinar en España y con más veneración que en otras partes», en el presbiterio de la actual Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa. Ambos templos, Catedral y Basílica, serán jubilares en este año de gracia.
La celebración de un año jubilar para la Iglesia católica es un tiempo de gracia y bendición, un tiempo para acercarse de mejor manera al Señor y, con independencia de que contribuya a la llegada de peregrinos o de que durante su celebración se lleven a cabo diferentes actividades culturales o de otro tipo, un momento para la evangelización y revitalización de la vida cristiana.
Un revulsivo para la vida espiritual de la diócesis
En el caso del de Valladolid, se persigue que sea también un año preparatorio del Año Santo Romano (2025) y del Año Santo de la Redención (2033); un revulsivo para la vida espiritual de la diócesis; una oportunidad para que los vallisoletanos y visitantes tomen conciencia del Corazón de Jesús como morada de la misericordia y renueven su compromiso para trasladar a la plaza pública el Reinado Social de Jesucristo. La imagen del año jubilar vallisoletano será la del Corazón de Jesús de la Seo y, el lema, ‘Venga tu Reino’.
Impulsados por la caridad
A partir del próximo 16 de junio y hasta el 7 de junio de 2024 los peregrinos podrán alcanzar la indulgencia plenaria –indulgencia que concede la remisión completa de las penas temporales– si son fieles «verdaderamente arrepentidos e impulsados por la caridad», siempre y cuando acudan a los templos jubilares y participen en las condiciones acostumbradas: confesión sacramental, comunión eucarística, y oración por las intenciones del Papa y las necesidades de la Iglesia y de la diócesis.