(Asia News/InfoCatólica) Unas cincuenta personas estaban en la casa del Dr. Vinay Sahu, dentista de la localidad, cuando llegaron decenas de militantes armados con palos entonando aclamaciones hindúes.
Los miembros de la comunidad cristiana, que se habían atrincherado en la casa por miedo, llamaron inmediatamente a la policía, cuya comisaría está a sólo 500 metros. Los agentes no aparecieron hasta una hora más tarde, y en lugar de actuar contra los asaltantes, se llevaron detenidos al dentista y a una decena de cristianos que estaban presentes, acusándolos de alterar el orden público.
«La policía nos acusó incluso de convertir a la gente al cristianismo», declaró Arun Pannalal, presidente del Foro Cristiano de Chhattisgarh: «Les preguntaron por qué rezaban en una casa privada y los amenazaron con enviarlos a la cárcel. Solo después de que nosotros presionáramos los liberaron por la noche».
«Desde 2019 celebramos encuentros de oración en nuestra casa», informó el Dr. Sahu. «En 2021, el Bajrang Dal había organizado una protesta similar e incluso entonces nos amenazaron con violencia si no dejábamos de rezar. Pero es nuestra casa y nunca hemos obligado a nadie a asistir al servicio. Todos los participantes eran cristianos. Tampoco utilizamos micrófonos ni provocamos contaminación acústica. No entendemos el motivo de estos ataques».
Mons. Victor Henry Thakur, arzobispo de Raipur y presidente del Consejo de obispos católicos de Chhattisgarh (CBCG), comentó el incidente a AsiaNews:
«Con las elecciones a la Asamblea legislativa local previstas para finales de año, están preparando el terreno sembrando tensiones y sospechas en la sociedad. Los extremistas de derecha están acusando a los cristianos de conversiones inventadas e infundadas, y la administración está arrestando y deteniendo a cristianos inocentes, mientras que los que crean disturbios en el orden público están libres. La administración tiene el deber de proteger a la población».
Todo esto sucede mientras en otro estado indio -Tamil Nadu- el gobierno local declaró ante la Corte Suprema que todo ciudadano tiene la posibilidad de practicar y difundir pacíficamente su religión. Esta fue la respuesta al pedido de Ashwini Upadhyay, líder local del BJP (el partido nacionalista hindú al que también pertenece el primer ministro Narendra Modi), que exigía una investigación sobre supuestos casos de conversión. «El artículo 25 de la Constitución india garantiza a todos los ciudadanos el derecho a difundir su fe», dice la posición que presentó el gobierno de Tamil Nadu al respecto.
El ejecutivo, liderado por el partido local Dravida Munnetra Kazhagam, afirmó que las leyes anticonversión son propensas a ser utilizadas indebidamente contra las minorías:
«Los ciudadanos del país deben poder elegir libremente su religión y el gobierno no debe poner palos en la rueda de sus creencias personales y su intimidad».
El gobierno anterior aprobó en 2002 una ley anticonversión en Tamil Nadu, pero que fue derogada en 2006 «debido a la oposición popular».