(Asia News/InfoCatólica) El incidente comenzó con un acoso callejero: tres jóvenes musulmanes empezaron a molestar a Sharjeel, de 20 años, y a su hermana, de 19, ambos hijos del pastor Younas Javed, líder de la iglesia protestante Voice of Jesus. Sharjeel les había pedido a los tres musulmanes que dejaran de molestar a su hermana, pero empezaron a maltratarlo y golpearlo antes de marcharse.
Al cabo de media hora, durante la celebración, un grupo de 40 ó 45 personas atacó la iglesia con barras de hierro, palos y pistolas cargadas, disparando al aire para asustar a los fieles. En el caos general, algunos resultaron heridos y el edificio de la iglesia fue profanado. El asalto sólo terminó con la llegada de la policía: inmediatamente, el pastor Younas presentó una denuncia contra los tres muchachos que habían golpeado a sus hijos y contra unos cuarenta desconocidos.
Tariq Ghouri, activista de derechos humanos y coordinador de la oficina diocesana de la Comisión Nacional de Justicia y Paz en Rawalpindi, estuvo con el pastor durante el registro de la denuncia: «Expreso mi agradecimiento a la policía de Islamabad, que registró la denuncia contra los autores haciendo referencia también a las secciones sobre terrorismo. Los agresores no podrán quedar en libertad bajo fianza», explicó el activista. «Los incidentes de violencia contra las minorías religiosas aumentan día a día, arruinando la imagen de Pakistán a nivel internacional. El Estado parece indiferente y no hace nada para hacer frente a estos incidentes. De esta manera, los incidentes aumentarán en el futuro. El Estado debería hacer todo lo posible para garantizar la seguridad de las minorías religiosas y apoyar a estas comunidades pacíficas que hacen todo lo posible por el progreso del país».
En una entrevista con AsiaNews, el pastor Rameez Munir, portavoz de la Voice of Jesus Church, declaró: «Pedimos al gobierno que garantice la seguridad de nuestras iglesias y que conceda licencias a nuestros guardias para portar armas. Practicamos nuestros ritos pacíficamente, pero estas personas que promueven la violencia no respetan la ley del país y nos molestan porque tenemos una fe diferente. En la ciudad, estos musulmanes son conocidos por sus acciones violentas».
«Estoy investigando el asunto y me he puesto en contacto con la policía local, que hasta el momento ha detenido a cinco personas», continuó el portavoz. «Algunos de los autores siguen en libertad, pero la policía nos aseguró que los detendrá pronto. Queremos justicia y no interrumpiremos nuestros encuentros de oración sólo por culpa de estos incitadores al odio».