(Asia news/InfoCatólica) Para el cardenal, que intervino ayer en una rueda de prensa desde el obispado, el gobierno habría encubierto los hechos: «Recordamos bien la declaración del ex fiscal general de que había una gran conspiración detrás de estos atentados. Una postura que también apoyó en su informe la Comisión Parlamentaria nombrada en su día por el Gobierno de Yahapalana».
«Por el bien y el futuro del país», prosiguió el cardenal Ranjith, «los ciudadanos deben saber qué ocurrió durante la masacre. En el pasado ha habido asesinatos, violencia y conflictos religiosos e interétnicos, durante los cuales se ignoraron los principios del Estado de derecho y la justicia para obtener y mantener el poder. Esta cultura política corrupta adopta la estrategia de hacer olvidar a la gente todos estos crímenes. Nuestra intención es demostrar que no desistiremos en nuestro empeño por desenmascarar estos métodos perversos. Estamos convencidos de que si abandonamos este esfuerzo, sentaremos un mal precedente para el país».
El 21 de abril de 2019, durante las celebraciones de Pascua, un grupo de terroristas efectuó atentados suicidas contra tres iglesias y cuatro hoteles de lujo, en los que murieron más de 253 personas y unas 500 resultaron heridas. En enero de este año, el entonces presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, fue condenado por la Corte Suprema a indemnizar a las familias de las víctimas. Fue declarado culpable por la negligencia de los funcionarios que él mismo había nombrado, que no habrían impedido que se produjeran los atentados.
«Este país tiene ahora una base de poder político profundamente corrupta. En tal situación, en el futuro también podrían llevarse a cabo actividades delictivas para alcanzar o mantener el poder», subrayó el prelado. «Este es el contexto en el que es necesario descubrir la verdad detrás de los atentados de Pascua y llevar ante la justicia a los autores intelectuales y criminales que están detrás de ellos. Han pasado cuatro años y aún no ha sido posible identificar a los autores y llevar a los responsables ante la justicia.»
«Por tanto, invitamos a todos los ciudadanos, independientemente de sus diferencias raciales o religiosas, a reunirse a lo largo de la ruta principal Colombo-Negombo, a ambos lados, pacíficamente, antes de las 8.30 de la mañana del 21 de abril, para formar una cadena humana que una la Iglesia de San Antonio, en Kochchikade, con la Iglesia de San Sebastián, en Katuwapitiya, en Negombo», dos de los edificios que fueron blanco de los atentados.
Se invitará a los participantes a guardar dos minutos de silencio a las 8.45 horas y a permanecer en fila de 8.30 a 9.00 horas, de pie al borde de la carretera, evitando perturbar el tráfico. El cardenal Ranjith también invitó a quienes no puedan unirse a la cadena humana a guardar dos minutos de silencio en sus lugares de trabajo.