(Aica/InfoCatólica) En el mensaje se alude a la «alegría», pero también a la «responsabilidad», al acoger al mundo entero para el acontecimiento olímpico, por lo que el Papa invita a todos a movilizarse «ampliamente», invitando también a «hacerse voluntarios», a abrir iglesias, escuelas y casas y, sobre todo, los corazones.
«Con la gratuidad, destaca el texto, y la generosidad de su acogida y de su entrega, darán testimonio de Cristo, que vive en ustedes y comunica su alegría».
Al agradecer que en esta «bella fiesta del deporte» los responsables no se olviden de «ayudar a integrar a las personas discapacitadas, pobres o marginadas», el Santo Padre concluye expresando su deseo de que estos «Juegos Olímpicos sean una oportunidad, a través del deporte, para un auténtico impulso de la fraternidad que el mundo tanto necesita», e imparte su bendición a los organizadores, voluntarios y a todos los participantes en los juegos.
La Iglesia de Francia prepara «sus jugadores» para los Juegos Olímpicos
A través de un programa especial llamado «Juegos Santos», la Iglesia de Francia se está movilizando para los próximos Juegos Olímpicos, que se realizarán en París.
A 463 días del inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024, el episcopado francés, puso en marcha el proyecto «Juegos Santos», para coordinar y apoyar las acciones y proyectos llevados a cabo por la Iglesia en todas las diócesis de Francia. La iniciativa, presentada el lunes 17 de abril, incluye dos grandes ejes: la celebración de la dignidad humana y el llamado a la fraternidad a través del deporte; promover el acceso de los más vulnerables a este evento.
La presentación del proyecto estuvo a cargo del delegado vaticano para los Juegos Olímpicos, monseñor Emmanuel Marie Anne Alain Gobilliard, obispo de Digne y de monseñor Philippe Marsset, obispo auxiliar de París, quienes expusieron los principales aspectos del proyecto, que forma parte de la larga tradición de compañerismo que une a la Iglesia con el mundo del deporte y al universo olímpico en particular, en presencia de numerosos representantes de las instituciones católicas y deportivas francesas. Entre los asistentes estuvieron presentes monseñor Éric de Moulins-Beaufort, arzobispo de Reims, presidente de la Conferencia de Obispos de Francia (CEF), y el cardenal Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, miembro del Consejo Permanente de la CEF.
La movilización de la Iglesia Católica durante estos Juegos Olímpicos girará en torno a dos puntos: celebrar con entusiasmo, a través del deporte, la dignidad eminente de la persona humana y el llamado a la fraternidad entre los pueblos y promover el acceso a estos Juegos Olímpicos de los más vulnerables, en particular de las personas en situaciones muy precarias, para no dejar a nadie en el camino, para honrar el lema olímpico: «Más rápido, más alto, más fuerte, juntos».
El programa detallado, así como las próximas etapas del proyecto, se comunicarán el 9 de septiembre de 2023 con motivo de la bendición de la capilla Nuestra Señora de los atletas, dedicada a los deportistas, en el corazón de la iglesia de Madeleine, en la capital francesa.