«Es una decisión que el propio Papa tomará, pero nosotros estamos muy atentos a todo eso, damos todo el apoyo posible a cada una de las 21 diócesis portuguesas», dijo el Patriarca a los medios de comunicación tras la misa de Pascua, al ser preguntado por dicha cuestión.
Los abusos sexuales a menores cometidos en la Iglesia portuguesa han sido revelados por una comisión independiente este año, que informó de al menos 4.815 víctimas desde 1950.
La visita del pontífice se produce en un momento en que Lisboa está bajo los focos por estos abusos y el cardenal ha afirmado que el tema ha sido el momento más difícil de su década al frente del Patriarcado de Lisboa.
La Comisión Episcopal Portuguesa elaboró una lista de sacerdotes sospechosos de abuso en activo, de los cuales el Patriarcado de Lisboa recibió una lista de 24 nombres, pero sólo cinco estaban en activo. Después de solicitar más información, cuatro sacerdotes fueron apartados preventivamente.
El patriarca Clemente ha afirmado que es necesario apoyar a las víctimas y resolver la preocupación para evitar que se repitan estos acontecimientos trágicos y negativos en la Iglesia y en la sociedad portuguesa.